34º Capítulo

6 1 6
                                    


"Una despedida"


Erick destrozado, los padres de Lara rezando para que no haya sido tan grave y Angie dando vueltas por todo el pasillo. El doctor se acerca, y todos fijan la mirada hacia él.

—¿Y nuestra hija? ¿Cómo está?- pregunta Alice. 

—La hemos dormido, tiene un respirador que la ayuda pero está muy grave, no sabremos si se podrá levantar. 

Horas antes

Entro al supermercado, me peino un poco y busco mi cena y la de mi hermana. Mis padres viene tarde de trabajar y mi hermana no sabe cocinar aún, así que aquí estoy, una chica a las 22 de la noche buscando la cena.  

—Hola, ¿quieres bolsa?- me pregunta la de la tienda. 

—Sí por favor. 

Me lo mete todo en la bolsa y salgo de la tienda dirección a mi casa. 

Cojo el móvil para ver si tengo algún mensaje y no veo nada. Cruzo al ver que está en verde, y vuelvo a mirar el móvil, pero antes de hacerlo, toda mi vida se apaga. 

Presente

—¿Nos estás diciendo que si apagamos ese respirador, definitivamente se va?- pregunta Michael.

—Si, lo más seguro es que ella ya no pueda volver. Lo siento mucho. Intentamos hacer todo lo que pudimos hacer.

Se oye un grito desgarrador con un impacto a una pared. Erick no aguantó más. 

Alice y Michael se quedan en el suelo, llorando y gritando que eso no podía estar pasando, que su niña aún iba a poder vivir más. Angie les da un abrazo, quedándose los tres en el suelo. 

Esa imagen fue la descripción de destrucción, de una familia rota, sufriendo una de sus peores perdidas. Fue en aquel momento, donde una estrella brillo con más intensidad, pero un corazón se iba apagando. 

Todos van a ver a Lara. Una última vez. 

Está llena de vendas, y un respirador marcando el ritmo de su corazón que ya no podía resistirse más. Erick se queda mirándola. A su mitad, a la persona con la que iban a hacer un viaje este domingo, a la chica que le salvó la vida, y sin embargo, ahora no había nada. 

Solo se quedaría un alma vacía, sin color, sin sueños, solo un vacío dejando una huella. 

Formaron esa unión con dos almas, acabando con una, pero una vacía, con fondo negro y solo la silueta de un corazón herido. 

Angie se queda en la silla, sentada. No asimilaba nada de lo que está pasando. Hace una hora recibió un abrazo de ella, y ahora tiene que estar despidiéndose.

Lara Connor murió finalmente en la madrugada del 24 de mayo. 

Liverpool, el concierto conociendo a su ídolo, su graduación y su fiesta de cumpleaños por los 18 se ha ido. Ya no queda nada. Solo una posible historia de lo que hubiera pasado si ese coche no la hubiera atropellado. Lara se lo llevó todo y en las estrellas estarán todos sus sueños, brillando, porque ya no volverá a ser la protagonista de su propia historia, solo un recuerdo.

Fue donadora de órganos, y conmovió al pueblo entero, incluso llegando a Londres, donde los rumores acechaban por cada zona. 

No consiguió tener justicia tras el incidente en aquella noche de diciembre, pero consiguió que muchas mujeres pudieran denunciar sus casos, llegando a más igualdad. 

La muerte de Lara hizo que hubiera un antes y después, uniendo a más familias y poniendo una ofrenda suya en la plaza del pueblo. 

Todo ya se había acabado, pero su presencia siempre seguiría. 

Almas VacíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora