38º Capítulo

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"La estrella fugaz"


Hoy me levanté con otro tipo de sentimiento. Me dolía su perdida, me dolía cada centímetro de mi piel, pero ahora era diferente. 

Bajo a la cocina después de asearme, y saludo a mi madre con una pequeña sonrisa. 

— ¿Hoy te picó la mosca? ¿O cómo va la cosa? —me pregunta mirándome como si fuera un ser extraño y no su hijo. 

—Ayer vi una estrella fugaz. Le hablaba a ella de todo lo que me ha costado y me costaba seguir adelante, de que aún no he sido capaz de apuntarme a la universidad, y apareció. No se si fue ella, pero era lo que necesitaba para saber que ella iba a acompañarme allá donde fuera —le respondí. 

— Yo no soy de creer en esto de las almas, ni destinos ni mensajes, pero cariño, te puedo asegurar como creyente que soy, que ella estará en cada pequeño o enorme paso que des. Esa estrella significaba algo, y tú y yo sabemos perfectamente quién la mandó. Espero que de verdad te haya animado porque ella quería verte feliz —me dice mientras pequeñas lágrimas salen de sus ojos. 

Nos dimos un abrazo y mantuvimos ese silencio acompañado de nostalgia, recordando todo lo que vivimos y lo que nos quedará. 

Semanas más tardes

Mañana tenemos el entierro. La última despedida. Mi último adiós. 

No sé como reaccionaré al ver el ataúd, no sé si mi reacción será llorar o quedarme como el hielo. 

Tengo un discurso preparado donde ya tiene mas arrugas de tanto estrés. 

Estos días anteriores he solicitado la plaza en la Universidad, he retomado la rutina aunque me costará la misma vida, pero he sido capaz. 

He visto a las amigas de Lara. Clara es la que peor lo lleva. Ya no sonríe igual, le cuesta estar atenta a lo que hablamos y siempre busca una excusa para irse antes de los demás. He estado hablando con ella, la he escuchado hablar y ese cariño que se tenían, ojala existieran en más amistades. 

Por desgracia la vida no le importa cuánto cariño le tengas a esa persona, porque te la quitará cuando menos te lo esperes. Sin despedirte. Sin hacer la última acción antes de marcharse. Tan dura, que ni el tiempo mira atrás para ayudarte a sobrellevarlo. 

Mañana será nuestro día. El día donde amigos, familiares, se despedirán de alguien que sigue aún con nosotros pero no de forma física. Mañana pondremos un punto final a algo que debería de haber sido mucho más tarde. Pero la injusticia ganó y nos quedamos sordos ante las promesas de una vida larga. 



Almas VacíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora