Narra Mikhail.
Abro la puerta despacio después de colgar la llamada, para cerciorarme de lo que está haciendo. La encuentro durmiendo de espaldas a la puerta, con la maldita falda que lleva puesta, subida y una vista completa de su coño rosado y abultado.
Sonrío porque está así por todo lo que le hice anoche.
Di lo que quieras, americana, pero anoche no lo hacías ver como que no lo disfrutabas. Tus gritos intensos con mi nombre dicen lo contrario. Tus corridas en mi boca. Tu sabor en mi lengua, dulce y picoso al mismo tiempo, pero abundante.
No creo haber conocido antes a una mujer que se corriera tan fuerte e intenso como tú.
Sin embargo, mi parte egoísta y posesiva quiere saber si solo te has corrido así para mí o siempre lo has hecho con los demás.
Cierro los ojos, evitando irme por ese lado, también evito cerrar la puerta y despertarla con mi lengua en su coño solo para callar todas esas voces en mi mente de que me golpearías.
No lo harías, ¿cierto?
Tus ojos me dicen lo opuesto a lo que tu boca suelta.
Cierro la puerta y salgo justo a tiempo para ver a Alonso subir las escaleras y caminar en mi dirección. Por pura precaución, abro un poco la puerta y le pongo seguro para que él no pueda abrirla y disfrutar de una vista que no deseo que ninguno de ellos goce.
Esa la tuve de cerca, así que ni de lejos los quiero viendo lo que me comí.
—No te muevas de aquí hasta que yo regrese, ¿quedó claro? —cuestiono, dándole mi antiguo lugar.
—Sí, señor —responde—. ¿Y si quiere salir o me pide entrar? —pregunta cuando ya me he girado para irme. Arrugo el rostro, presionando mis manos porque esa pregunta nunca me la había hecho antes.
—Pones un pie dentro de esa habitación y, yo mismo me encargo de que a tu cuerpo fuera de la casa, le falte ese pie, ¿estamos? —reviro. Alza ambas cejas, pero asiente y no dice nada más. Bajo las escaleras como alma que lleva el diablo.
Al subir a la camioneta, me pongo en contacto con el jefe sin quitarle la vista a la ventana del balcón de su habitación.
Creo que fue una pésima idea haberla cogido anoche. Y no solo porque, en el fondo y muy en el fondo, me gustó, sino porque estoy ansiando repetirlo...
No solo la forma en la que mi nombre se escucha de su boca, sino por los diferentes sonidos que le dio a mi nombre mientras la llevaba al límite. O la manera en la que aceptó todo lo que le hice sin pedir nunca bajarle a mis movimientos o pedirme parar. No. Cada impulso hacia adelante, ella me lo devolvía, siguiendo mi retraso con su cuerpo para no dejarme salir ni un centímetro de su coño.
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ESCOLTA DESIGNADO 🚘 [COMPLETA]
RomanceLibro #2 de la Trilogía "Independiente" Amores Designados. No es necesario leer el primer libro, pero se recomienda para entender situaciones de ciertos personajes. El plan de Megan de solo pasar dos semanas en esa ciudad para visitar a su mejor ami...