Narra Mikhail.
No sé qué cambió en Megan, pero ayer cuando regresé de encargarme de unas cosas, ella tenía una sonrisa de oreja a oreja y señaló con gran orgullo la bandeja con huevos revueltos, pan francés, mermelada de fresa y tajadas de queso blanco... Mi desayuno favorito.
Por supuesto que no dije nada por ser casi las siete de la noche, solo besé sus labios y le pregunté qué tanto había disfrutado hacer eso. Su respuesta me fascinó: Mucho.
El que le guste cocinar me gusta a mí, porque no quiero volver a verla insegura de no saber hacer algo tan simple como batir unos huevos. Mientras le coja el ritmo a su propio ritmo, podrá hacer todo lo que se proponga.
Total, lo que le dije es cierto, la quiero en mi cama, no en mi cocina.
Y ahora, he recibido un mensaje suyo mientras estoy contando una mercancía, en el que solo puso tres cosas: Cena hoy, y la hora.
Alzo una ceja porque creí que eso de invitar a cenar era obligación de los hombres y no de ellas, pero es mi americana.
Le respondo con un ok y guardo el celular para concentrarme de nuevo en las cajas de mercancía frente a mí. Reviso una por una y cuento varias veces lo mismo, solo para confirmar del todo, porque, aunque mi cuerpo está aquí, sigo pensando en esa cena. Mañana debo volar a Rusia para ser quien lleve esta mercancía personalmente.
Obviamente no es lo que quiero, pero ahora que Oleg se ha negado a viajar de nuevo para acá, me toca hacerlo a mí. Si mi padre se entera de que estoy moviendo mercancía para Oleg, querrá que me haga cargo de su negocio desde ahora, porque estaría haciendo lo que me he negado hacer siempre, pero prefiero mover mercancía para Oleg durante un tiempo mientras busco la manera perfecta para acabar con mi padre sin que nadie haga algo en contra de la americana o Emma y los niños, que sentarme en ese maldito trono y renunciar a mí para ser alguien que nunca he querido ser.
Una cosa es acabar con la vida de otro cuando la mía peligra, otra muy distinta es creerme Dios e ir asesinando a quien no me sirva.
De eso puede encargarse Oleg, yo no.
Creo que lo que cambió mi mentalidad fueron los mellizos, el ser una parte tan activa de sus vidas me hizo darme cuenta lo diferente que pudo haber sido la mía si hubiese tenido a alguien como yo, dispuesto a cuidarme siempre como yo los cuido a ellos.
Y justo porque no quiero dejar de cuidarlos es que no quiero arriesgarme a ser un monstruo al que le teman y no quieran tener cerca.
—Bien, todo va correcto. Mañana lo revisaré de nuevo antes de partir. Encárgate de no colocar ninguna caja sobre otra y dejar suficiente espacio para caminar en el avión y revisarlas —ordeno y el hombre asiente, quitándose el sombrero que siempre mantiene.
Subo al auto justo mientras le escribo a Oleg que está todo listo. Dicho eso, lo enciendo y conduzco a la mansión, deseando poder ver de nuevo a Megan. Anoche durmió con la señora K, lo que me hizo ir a dormir casa de Emma, porque ahí, al menos tengo el ruido de los niños hasta que me duermo y no me la paso dando vuelta en mi cama de lado a lado por sentir que algo falta en ella.
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ESCOLTA DESIGNADO 🚘 [COMPLETA]
RomanceLibro #2 de la Trilogía "Independiente" Amores Designados. No es necesario leer el primer libro, pero se recomienda para entender situaciones de ciertos personajes. El plan de Megan de solo pasar dos semanas en esa ciudad para visitar a su mejor ami...