Narra Megan.
Apenas despierto, miro hacia un lado para ver la hora en el reloj junto a la cama: 04:36 hrs. Muerdo mi labio inferior porque es demasiado temprano y me dormí muy tarde, de paso, como para que, con solo estas tres horas de sueño, yo no quiera seguir durmiendo.
Sin embargo, sé que mi insomnio tiene nombre, pero no apellido porque ni sé cuál es.
¿Ven? A eso me refiero.
Sé cómo tiene la polla y qué tan rico sabe su orgasmo en mi boca, pero no sé cuál es su apellido o cuál es la maldita relación que tiene con la tal Emma que Lorena mencionó anoche cuando K preguntó al aire dónde podía estar él, y ella respondió muy segura de sus palabras: de seguro debe estar con la señorita Emma, no se despega de ella.
Ni si dispigii di illi.
Maldita.
La odio y ni la conozco. ¿Ven lo mal que estoy por ese hombre?
Suspiro y salgo de la cama, cuidando no hacer ruido para no despertar a K que duerme plácidamente y camino hasta el baño.
Llevo las últimas noches durmiendo con ella porque, en el fondo, dormir en mi habitación es torturarme por desear algo que no es mío.
Sé bien que lo mejor era haberme ido anoche, pero el estúpido de Connor me deberá una bien grande por el favor que me pidió. No sé qué estúpido plan comenzó con mi hermana, pero ambos le tienen mucha fe a que funcione y hoy mismo lo pondrán en práctica.
El único problema es que, ellos creen necesitar, mínimo, dos meses.
¡Dos meses de yo estar en esta casa!
¡Dos meses de tener a mi perdición viviendo conmigo!
¡Dos meses de desear de lejos lo que quiero de cerca!
¿Cómo diablos se supone que haré para que K no se comprometa con Oleg y no coja con él, mientras que intento, por mí misma, no caer con Mikhail y arruinar todo?
Es imposible.
Ni siquiera sé si K ya ha estado con Oleg, digo, los he visto. Tienen una química indudable. Desbordan electricidad por los poros, así que supongo que ya debieron intimar, pero no quiero preguntarle y romperle el corazón a Connor con la respuesta. Suspiro.
Esto de pensar en otros antes que en uno, es una mierda.
Quiero que K viva su romance perfecto con Connor, pero ¿qué hay de mí?
Niego con la cabeza, viéndome al espejo. Odio las dos bolsas negras que tengo debajo de mis ojos.
Salgo del baño, seguido de la habitación, viendo a K seguir rendida en la misma posición.
—Señorita —saluda unos de los guardias cuando comienzo a alejarme.
—Iré a terminar de dormir en mi habitación —explico. Veo cuando lleva su mano al auricular en su oreja. Bufo—. Ya debe estar ahí Alonso, cálmate y no llames a nadie —ordeno o pido, ya ni sé, pero funciona porque asiente y baja su mano. Me despido con una inclinación de cabeza y retomo mi camino.
Descubro que frente a mi puerta no hay nadie, lo que agradezco porque lo que quiero hacer en mi habitación puede que requiera de ciertos jadeos con el nombre de Mikhail.
Sin embargo, cuando abro la puerta, me encuentro de frente con el hombre de mis tormentos...
Mikhail está acostado en mi cama, con sus pies saliendo de la misma, con un traje que luce muy incómodo como para llevarlo para dormir, abrazando una de mis almohadas y deleitando mis oídos con un sonido constante de sus ronquidos.
No puedo controlar ni la estúpida sonrisa que sube a mi rostro ni la ilusión que crece en mi interior.
Eres un imbécil, Mikhail, pero, aun así, eres el único imbécil que quiero tener en mi vida.
Cierro la puerta con cuidado y me acerco a él, no quiero despertarlo, pero a la vez quiero hacerlo y lanzarme sobre él, besándolo. Joder.
Apenas lo agito un poco para que despierte, su mano viaja a mi cuello, presionándolo y elevándome del suelo. Lo veo con los ojos bien abiertos, a lo que me enfoca, parpadea.
—¿Americana? —pregunta. El aire empieza a faltarme y él lo nota, soltándome de inmediato y cogiendo de una vez mi cintura con la otra mano para equilibrarme—. ¿Qué haces aquí? —insiste, sonando bastante confundido. Tomo varias respiraciones para restaurar el aire que me quitó.
—¿Qué mierda, Mikhail? Esta es mi habitación. ¿Qué haces tú en ella y por qué me has hecho eso? —pregunto de forma calmada porque no quiero discutir.
Quiero follar, no discutir.
Mikhail se aleja con rumbo a la puerta, negando con la cabeza.
—Debo irme —dice, tomando la manija.
—Solo bésame, Mikhail —suplico, haciendo que se gire y me vea de pie, ansiando su tacto. Ansiando sus labios. Ansiando todo de él.
Ansiando ser para él lo que él es para mí.
—Maldita sea —sisea y llega como una tormenta sin pronosticar hacia mí, alzándome por las nalgas al mismo tiempo que su rostro va directo a mi cuello. Aspira hondo y yo tiro de su cabello, clavando mis uñas en su cráneo. Gruñe de nuevo y sale de su escondite para verme—. ¿Por qué no te fuiste? —pregunta. Parpadeo a lo loco.
—¿Qué? —replico, sin entender la pregunta o lo que me transmiten sus ojos.
—¿Por qué no te fuiste a Malibú, americana? ¿Por qué no te alejaste de mí? —explica. Mi cuerpo comienza a agitarse con violencia por su última palabra y por la forma en la que la pronunció.
¿Por qué siento que quiere que responda lo que yo quiero responder?
¿Por qué estoy tan confiada en que, justo ahora, justo en este momento y solo en este momento, mi badboy puede ser, por fin, el goodboy?
—No quiero alejarme de ti, Mikhail —confieso. Su pecho sube y baja rápidamente—. ¿Y tú? ¿Quieres que lo haga? ¿Quieres alejarte de mí, Mikhail? —musito, acariciando suavemente su cabello con una de mis manos y su mejilla con la otra. Saborea sus labios sin despegar sus ojos de los míos.
—No existe otra cosa que desee menos que eso, americana —confiesa, hinchando mi pecho de felicidad—. Pero es...
—Shhh, no digas nada, por favor. No lo arruines tan rápido. Rómpeme el corazón después de que me hagas el amor —suplico, sabiendo que he hablado de más, pero queriendo, de una vez, que entienda que lo que siento no es solo sexo para mí.
Lo veo pasar saliva, pero todo pierde sentido coherente o no, cuando asiente y se acerca a mis labios para besarme.
Y juro que lo siento, siento la diferencia en este beso. Siento cómo, realmente, está comenzando a hacerme el amor.
Ay, wey, amo esto, jajajaja. Me encanta.
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ESCOLTA DESIGNADO 🚘 [COMPLETA]
RomanceLibro #2 de la Trilogía "Independiente" Amores Designados. No es necesario leer el primer libro, pero se recomienda para entender situaciones de ciertos personajes. El plan de Megan de solo pasar dos semanas en esa ciudad para visitar a su mejor ami...