Narra Mikhail
Han pasado casi dos semanas desde que llegamos a Rusia, y aunque creí que nuestra estancia aquí no sería larga, la americana siempre cambia mis planes.
—¿Qué haces? —pregunta Oleg, entrando al nuevo estudio que ordené preparar para mí porque me niego a ocupar el que usaba mi padre. Sabrá Dios todo lo que ha hecho en ese sitio.
—Lo que deberías hacer tú y no yo —respondo, soltando los malditos papeles para echarme hacia atrás en mi silla. Oleg ríe, sentándose en una de las sillas frente al escritorio.
—Aún no lo haces oficial, así que aún no me haré cargo de tu mierda —resuelve, levantando las manos. Bufo.
—No puedo hacerlo tan pronto. Creerían que no me interesa manejar el negocio.
—Y estarían en lo correcto —añade Oleg. Lo miro mal—. ¿Qué? Todos lo saben, Mikhail. Saben que no te interesa manejar el negocio del viejo, por eso están esperando que cometas un mínimo error para poder desterrarte —confiesa. Bufo.
—Podría manejar esto mejor que cualquiera si quisiera, supongo que por eso no quiero. Dejaría sin fortuna a más de uno —me pavoneo. Oleg ríe con ganas.
—Ver para creer, primo —se burla. Bufo y me levanto—. ¿Y ahora a dónde vas? —pregunta cuando cojo el saco del perchero.
—Megan fue hoy a su primer día en el club —le cuento. Alza sus cejas.
—¿Y la dejaste ir sola? —pregunta. Asiento—. La odias —asegura y yo bufo.
—Ella quiso ir a conocerlo porque se le ha metido entre ceja y ceja casarnos aquí en Rusia. No sé por qué demonios cree que yo quiero casarme aquí, pero si ella quiere casarse en la luna, la fortuna de Elon Musk crecería con lo que le pagaría para que nos lleve a ella —confieso. Oleg ríe con más ganas.
—Sigo creyendo que la odias al dejarla ir sola al club —acota. Cojo aire.
—Ella dijo que no quería mi presencia ahí porque cada que estoy con ella, la gente nos mira el doble.
—Bueno, no puedo contradecirla con eso. Y solo a ti se te ocurre pedirle matrimonio en un lugar tan público —prosigue. Lo veo mal.
—¿Debía esconderme? —replico. Gira los ojos.
—No dije eso, pero tío acababa de morir y tú pidiéndole matrimonio hasta con fuegos artificiales. La palabra desconsiderado creo que fue la más suave que escuché cuando hablaban de ti —confiesa. Quien ríe ahora soy yo.
—Me alegra que notaran que la muerte de mi padre no significó nada para mí —sentencio. Bufa.
—Hablando de significar, ¿y Emma y los niños? He pensado mucho en ellos —confiesa. Lo veo cuando llegamos al auto.
—¿Vienes? —pregunto y él asiente, entrando conmigo—. ¿Qué pasa con ellos?
—Creo que debería decir que son mis hijos —suelta. Lo veo como si hubiese enloquecido.
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ESCOLTA DESIGNADO 🚘 [COMPLETA]
RomanceLibro #2 de la Trilogía "Independiente" Amores Designados. No es necesario leer el primer libro, pero se recomienda para entender situaciones de ciertos personajes. El plan de Megan de solo pasar dos semanas en esa ciudad para visitar a su mejor ami...