ESCOLTA DESIGNADO 🚘 [COMPLETA]

Capítulo 48 🚘

Narra Megan.

Mikhail no miente, sobre todo cuando se trata de promesas que hace sobre cosas que le hará a mi coño. Siempre las cumple.

Anoche me ha follado contra la puerta de la habitación, apenas entramos, aún con el vestido, simplemente lo subió y me folló de espaldas, con una rudeza inhumana, pero no fue la única. De ahí pasamos a la cama, donde terminó dañando el vestido por completo al rasgarlo por no encontrar el cierre lateral. Me folló en cuatro y luego lo cabalgué como una jodida Amazonas perfecta, haciendo que mi cuarto orgasmo de la noche mojara incluso nuestras sábanas.

Pero como yo quería igualar nuestros orgasmos, me levanté y lo arrastré hasta el baño, ahí, se la chupé hasta que su leche me mojó más que la jodida ducha. Y después mi quinto orgasmo apareció al follarme contra la pared, de frente a él, marcando mis senos por sus chupetones y taladrándome el coño aún más fuerte que las veces anteriores.

Terminé adolorida.

Me duele el coño, pero la sonrisa no me la quita nadie, eh.

Evito hacer una mueca al sentarme en las sillas del restaurante al que vinimos a desayunar todos. Mikhail ríe bajo a mi lado.

—¿Cómo durmieron anoche? —pregunta a posta el muy maldito, porque sé que mis gritos debieron escucharse hasta en Rusia.

—Muy bien, gracias. Muy linda la habitación —confiesa mi madre, completamente ajena a las oscuras intenciones de Mikhail.

—Yo oí mucho ruido —confiesa mi hermana, viéndome de forma divertida. Paso saliva nerviosa—, pero luego cerré la puerta del balcón y dejé de escucharlos —añade, sonriendo de oreja a oreja.

—Qué raro, creo que escuché los mismos ruidos, pero ni cerrando la puerta del balcón dejé de oírlos, ¿cierto, americana? —pregunta Mikhail, viéndome satisfecho con su obra. Lo veo mal, muy mal, pero él solo ríe.

—¿Por qué americana? —pregunta de pronto mi padre. Paso saliva.

—Ella me llama ruso imbécil —le cuenta Mikhail. Abro los ojos de par en par.

—¡Megan, esos no son modales! —me riñe mi madre. Evito girar los ojos por respeto, pero si ella supiera que anoche tuve la polla de Mikhail tan profundo en mi coño como en mi boca, creo que mandaría al diablo los modales.