𝐑𝐎𝐎𝐌-𝑺𝒑𝒓𝒖𝒂𝒏

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Narra Spreen:

Abrí mis ojos al sentir el olor al delicioso desayuno que solía prepararme mi padre cuando era más pequeño.

Mire en la cama de al lado,Ari no estaba.

No importa.

Mire al suelo encontrándome con aquella caja que papá me había dado ayer.

¿Debería abrirla ya?

No,la abriré al volver a Tortillaland.

Me senté en la cama y me estiré mientras bosteaba,me levanté y miré el armario que tenía enfrente.

Justamente tenía la ropa que dejé hace años aquí,esta en buen estado y creo que me puede quedar.

Tome la ropa y entre al baño para tomar una corta ducha y así bajar a la cocina.

Unos minutos después ya estaba listo,me da paja ponerme los lentes así que los dejé en la mesa de noche.

Baje las escaleras y en la mesa estaban Ari sentada,supongo que Vegetta esta en la cocina.

--Buenos días--Ella me saludo y yo me senté.

--¿Y el viejo?--Pregunte y ella río.

--Esta terminado el desayuno--Me respondió.

--¿Tanto? Solo seremos los tres...¿No?

--No,no seremos solo los tres--Mi papá entró con distintos platos en las manos y los dejo en la mesa.

--¿Vendra alguien más?--Pregunto Ari y el asintio.

--Si,vendrán el pato,Illo y Luzu--Me confundí bastante.

¿Quienes eran "El pato" y "Illo"?

--¿¡Luzu?!--Ari lo miro con los ojos bien abiertos.

--¿Que pasa con el?--Preguntamos ambos y ella negó.

--Es que a él lo conozco de años,vivía en el mismo pueblo que yo hace años--Respondio.

--Oh...Con que por eso fue que desapareció por bastante tiempo.

--¿Profeta?--Juan miró al hombre mayor quien se encontraba en la entrada del santuario.

--Juan,devuélveme a Drako!--El hechicero puso sus ojos en blanco.

--No te devolver nada como si fuera algún objeto,Profeta,no jodas--El campo protector se hizo aún más resistente a cualquier ataque o intento de destruirlo.

--¿¡Donde lo tienes?!--Pregunto elevándose en el aire.

--En un lugar lejos de ti y tus abusos,maldito estupido--Juan había visto lo que aquel hombre le había hecho a Drako.

Y aunque Drako no le cayera del todo bien tampoco es que lo fuera a dejar recibiendo aquellos tratos por parte de su propio padre.