50. Una importante reunión

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<<La imposibilidad de un sueño está a un solo paso valiente de la realidad...>>




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Severus caminaba por su salón con un andar distraído muy poco característico en él.
Eran las tres de la madrugada y era el único ser humano despierto en el castillo.
Había intentado usar sus conocimientos de oclumancia para despejar su mente antes de dormir, pero todos los ejercicios que realizó fueron en vano.
No podía sacar de su mente la conversación que había mantenido con Filius esa tarde.

Harry Potter, el hijo del que había sido su enemigo de su infancia y parte de su juventud, lo veía como una figura paterna.
Estaba aterrorizado y extasiado a partes iguales.
¿Qué se suponía que tenía que hacer con esa información?
Podía fingir que no sabía nada y seguir como si nada, pero algo dentro de él se revelaba a la idea de que todo continuara igual.

Ya casi había amanecido cuando por fin tomó una decisión.
Tras bañarse y vestirse salió del castillo con gesto decidido y caminó hasta el punto de aparición.

Tan solo unos pocos segundos después, se encontraba en la puerta principal de la mansión Nott.
Fue llevado por un elfo doméstico hasta el salón de las visitas donde lo esperaba Thadeus con gesto preocupado.

— ¿Los chicos están bien? — preguntó nervioso, sin molestarse en colocar la máscara de indiferencia tan usual entre los sangre pura.

— Ellos se encuentran perfectamente — lo tranquilizó el pocionista rápidamente — Me gustaría hablar de algo muy importante contigo y con Isabella.

— La llamaré entonces — decidió Thadeus, dirigiéndose hacia la chimenea.

Tan solo unos minutos más tarde, una despeinada y apurada Lady Zabini salió de la chimenea con el mismo gesto preocupado que Thadeus había lucido momentos atrás.

— ¿Los chicos...? — preguntó la bruja con gesto angustiado.

— Ellos están bien, querida — la tranquilizó Lord Nott, tal como Severus había hecho con el minutos antes.

— Bien — asintió más calmada ya Isabella antes de fruncir el ceño para mirar a los dos hombres — ¿Entonces por qué tanta urgencia?

— No dije que fuera urgente, pero sí es importante — se encogió de hombros el ojinegro escurriendo el bulto.

— Quería comprobar si luces igual de increíble en la soledad de tu mansión — confesó el anfitrión con descaro, sin avergonzarse lo más mínimo por su pequeña travesura.

— Te odio — afirmó con rotundidad la bruja, fulminándolo con la mirada.

— No te creo... — replicó sonriente Thadeus.

— ¿De qué querías hablarnos, Severus? — preguntó Lady Zabini, ignorando al idiota inmaduro que tenía por amigo.

— De Harry — respondió el pocionista después de unos segundos.

— ¿Ha pasado algo? — preguntó Lord Nott preocupado, borrando de inmediato su sonrisa burlona.

— Los chicos pasaron la tarde de ayer con Filius y conmigo, escuchando algunas historias sobre los años de estudiantes de sus padres — contó Severus, decidiendo ponerlos en antecedentes para que pudieran entenderlo mejor.

— Espero que no les hayáis contado nada demasiado vergonzoso — amenazó sutilmente Isabella, mirándolo con una dulce sonrisa y una mirada que prometía torturas interminables.

¿Por qué no podemos ser amigos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora