<<Si alguien te hace morder el polvo, escúpeselo en la cara...>>
•°•—·—∞—♦—∞—·—•°•
Una semana antes de su cumpleaños, Harry había ideado un plan para ayudar a su padre, aunque éste no le hubiese pedido ayuda.
En su opinión, Severus tenía demasiado talento como para estar malgastándolo con alumnos que ni siquiera se tomaban la asignatura en serio.
Y por eso, Harry lo ayudaría a romper sus grilletes para escapar de Hogwarts.Había intentado hablar con su padre sobre ello, explicándole como estaba desaprovechando su vida, y que debería estarse dedicando a crear nuevas pociones, pero él le había contestado que aunque durante años su puesto como profesor había sido como una especie de condena por sus pecados pasados, ahora era una ventaja ya que le permitía estar cerca de él.
Tras esa conversación, Harry se había pasado los dos días siguientes muy pensativo y casi encerrado en la biblioteca, evitando el contacto humano salvo a la hora de las comidas y por la noche, cuando se iba a dormir a la cama del pocionista.
Al tercer día, en el desayuno, solicitó de manera formal, una reunión con los tres adultos responsables de él.
Por supuesto, sus amigos también estaban invitados a asistir.Lady Zabini los condujo a todos al salón, cuando terminaron de desayunar, decidiendo que ese era el mejor sitio para un reunión familiar.
Tanto los adultos como los niños estaban muy intrigados por lo que querría decirles el ojiverde, y las mentes de todos ellos no dejaban de teorizar y elucubrar.— Bien... Os he citado para comunicaros algo importante sobre mi plan de estudios — empezó a hablar Harry desde el centro de la habitación, con un rostro tan serio y adorable que derritió de ternura a los tres adultos.
— ¿Un plan de estudios? — preguntó con gesto confuso Blaise, sin entender por qué tenían que mencionar la palabra estudio si estaban de vacaciones.
— ¿Quieres abandonar Hogwarts? — cuestionó preocupado y horrorizado Theo, dándose cuenta de inmediato que Harry no estaba hablando de su tarea de verano.
— No, tan solo quiero acelerar las cosas un poco — replicó el azabache, sonriéndole tranquilizadoramente.
— ¿Por algún motivo en especial? — preguntó enarcando una ceja el pocionista, adivinando los motivos de su terco hijo.
— Si quiero hacer todas esas maestrías no puedo pasarme siete años en Hogwarts — respondió el ojiverde alegremente, evitando la mirada acusadora de su padre.
— Harry, sé lo que intentas hacer y... — intentó detenerlo Severus, suspirando con cansancio por la terquedad de su pequeño.
— ¿No te graduarás? — lo interrumpió Blaise con rostro horrorizado.
— ¡Por supuesto que lo hará! — intervino Isabella al escuchar a su hijo mayor, recuperándose de la sorpresa que le habían causado las palabras de su hijo menor.
— No he dicho eso — aclaró el pequeño cuervo, mirando a todos ofendidos por su desconfianza — Si me dejáis hablar, tal vez pueda explicaros mi plan.
— Adelante — concedió Thadeus, mirándolo con arrepentimiento al ver que estaba lastimando los sentimientos del niño.
— He estado pensando en un plan de estudios independiente — comenzó de nuevo Harry, recuperando su gesto serio de hombre de negocios — Papá, dijiste que estaba más avanzado que tus alumnos de tercer año.
ESTÁS LEYENDO
¿Por qué no podemos ser amigos?
Fiksi Penggemar¿Qué pasaría si Harry hubiera hecho un amigo antes de iniciar su aventura en Hogwarts? ¿Y si ese amigo trajese otro amigo con él? ¿Y si esos nuevos amigos no estuviesen dispuestos a permitir que el ojiverde volviese con su horrible familia?