51. Un recuerdo en el pensadero

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<<El éxito no tiene que ver con el talento, es el resultado del esfuerzo y la dedicación...>>





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— ¿Todo bien, Severus? — preguntó Lord Nott mientras miraba con gesto preocupado al profesor, quien parecía pérdido en sus pensamientos.

— Sí, es solo que... Me cuesta creer que todo haya sido tan fácil... — respondió con sinceridad el pocionista, todavía portando en su rostro un aire ausente y un gesto confuso.

— Por lo que Harry me cuenta en sus cartas, últimamente pasa muchas tardes en tu oficina -— comentó Thadeus de manera casual, aunque su comentario no tuviese nada de casual.

— Sí, a veces me ayuda con alguna poción, otras simplemente hace sus deberes mientras corrijo ensayos — asintió Severus, momentáneamente distraído por el cambo de tema.

— Mi piccolo bambino me ha confesado que aveces se siente abrumado en Hogwarts y que acude a tu oficina porque allí se siente en paz  — reveló Isabella dirigiéndole una dulce sonrisa.

— No sabía eso... — admitió el profesor de Pociones, había disfrutado mucho de esas tardes de charlas y preguntas, pero nunca se había parado a pensar en por qué lo buscaba tan a menudo el ojiverde.

— ¿Responde eso a tus dudas? — preguntó Lord Nott con una sonrisa satisfecha en su rostro.

— Así es, pero tengo otras — asintió el pocionista mientras en su i nterior se regañaba por no haber estado más atento — ¿Por qué se siente Harry abrumado?

— Bueno... En el castillo hay muchos alumnos y a Harry le asustan las multitudes — respondió Lady Zabini, haciendo una mueca de lástima.

— Tiene sentido... — estuvo de acuerdo Snape — Los niños abusados tienen un alto sentido de la supervivencia, y en una multitud es muy complicado tener su entorno totalmente controlado, algo que de alguna manera su instinto le está exigiendo.

— Serás un muy buen padre, Severus  — aseguró Isabella, dedicándole una de esas sonrisas sinceras de las que solo su circulo mas cercano tenía el privilegio de disfrutar.

— Eso espero... — suspiró el ojinegro, preocupado por la que sería la misión más importante de su vida.

— Tienes mucho trabajo por delante con tu futuro hijo, amigo — sonrió divertido Thadeus, sin poder evitar tomarle el pelo al profesor.

— ¿Esa es tu manera de dar ánimos? Pues no sé te da nada bien... — replicó Severus, mirándolo con gesto malhumorado.

— No lo decía como algo malo — se defendió Lord Nott, escondiendo una carcajada con una tos repentina — Harry ha vivido oprimido durante diez años, pero está despertando al mundo. Y lo está haciendo con la misma curiosidad que lo haría un bebé, pero con la inteligencia de un adulto.

— Filius y yo pensamos lo mismo — admitió Snape — A Harry le encanta curiosear por mi biblioteca personal, y tras comprobar con el cuidado que trata cada libro, incluyendo sus libros de texto, le he dado acceso ilimitado a mi biblioteca.

— ¿Ilimitado? — preguntó Isabella con la preocupación nublando su hermoso rostro.

— No hay nada peligroso ahí — la tranquilizó el pocionista — Lo que quería decir es que Harry no se limita a leer sobre una o dos más materias.

— Sí, eso es a lo que me refería — asintió Thadeus entendiendo lo que quería decir el profesor — Hay un recuerdo que pensaba compartir con Isabella desde hace semanas, pero por distintos motivos e imprevistos no he tenido ocasión de hacerlo. Ahora me doy cuenta que había un momento adecuado para compartirlo y es este.

¿Por qué no podemos ser amigos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora