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El chico con cabello largo en todo el camino me insistió en que fumara uno de sus cigarros de hierba. Según el efecto de la marihuana me haría dejar de sentir dolor en mis piernas y plantas de los pies. Pero me negué, la última vez terminé besando a Eddie sin ser nada. No quería que sucediera lo mismo con otra persona. Los labios de mi chico eran los únicos que anhelaba probar.
Quince minutos más tarde llegamos a la casa de Chrissy, porque le había pedido el favor que me llevara ahí, en vez de una clínica. O terminarían reportandome a las autoridades y los Carver serían los primeros en aparecer dentro de las instalaciones; mis padres salían sobrando. Sonaba cruel pero era verdad.
—¿Estás segura que vas a estar bien, chica zombie? —cuestionó retirándose las gafas, al ver que me costaba bajar del vehículo. Suspiró y salió sin pensarlo para ayudarme a bajar—. Sujétate fuerte... eso, eso es.
—Lo estaré, aquí es como mi refugio, y gracias, no debiste molestarte—respondí con un pequeño gesto de dolor plasmado en el rostro. Sentía que en cualquier momento ardería en fiebre porque tenía una pequeña zona infectada cerca del talón. Necesitaba antibiótico para prevenir eso—. Otra cosa... no le digas a nadie que me encontraste, por favor no sueltes ninguna información—supliqué mirando hacia los lados y después me centré en él. Por suerte no habían personas transitando la carretera
—Ey, ey, cálmate mija, se me olvidan las cosas —soltó una carcajada—. Te diré el porqué soy de confianza—se aclaró la garganta—. Se suponía que vine a visitar a mi amigo y ni siquiera me traje el papel donde anoté la dirección —volvió a reír por lo alto salpicando algunas gotas de saliva por doquier—. Creo que me tocará regresarme por donde vine, para traerme el papel con la dirección anotada.
—Oh ¿te queda cerca?
Él asintió con una sonrisa, y no dudé en alegrarme por el sacrificio que había hecho por su amigo. Argyle era un chico bastante inteligente, aunque a simple vista no se notara.
—Dos días y medio, nada más.
Parpadeé lento como si tuviera un pequeño círculo de "procesando información, espere unos segundos" sobre mi frente. Sin dudarlo, retracté completamente lo que había pensado de él. Es que ni siquiera tenía sentido el viaje de regreso.
—Te devolverás... ¿solo para ir por la dirección, y después regresarás a Hawkins?
—¡Si! alucinante ¿no? —volvió a sonreír muy orgulloso de si mismo.
—Mejor compra un directorio y búscalo por su apellido —sugerí tocando el timbre de la casa.
Su rostro se iluminó como si el bombillo polvoriento que cargaba sobre su consciencia, se activara después de varios años sin encender.
—¡Eres una genio!, ¿como no lo pensé antes?
Rodé los ojos divertida, escuchando a lo lejos pisadas acercándose del otro lado de la puerta. De un momento a otro, Argyle sacó un cigarro del bolsillo de su camisa, tomó mi mano y me lo colocó volviéndome a cerrar el puño.