¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El sonido de un claxon hace que me despierte de golpe, Jason se encuentra con el auto aparcado afuera de mi casa. Maldigo internamente porque además de que es sábado, hoy debo presentarme para las actividades extracurriculares en la preparatoria.
Maldición.
Me asomo por la ventana y noto que él se encuentra mirando hacia mi, Jason sonríe apenas me ve. Enseguida baja del auto para dirigirse a la puerta de mi casa y saludar a mis padres.
Por otra parte me dispongo a correr en dirección del baño para tomar una ducha rápida, apenas salgo envuelta en una toalla tomo el uniforme para empezar a vestirme y bajar a la sala, donde él se encuentra platicando muy cómodamente con mi padre.
—¡Al fin!—Papá es el primero en cortar la conversación cuando me ve.
—Buenos días —Saludo en general, Jason no demora en levantarse del sofá.
—Hola mi amor, creo que llegaremos un poco tarde —señala su reloj de muñeca sin dejar de sonreírme— Creí que serías puntual.
—Lo había olvidado —Formo una mueca con mis labios.
Papá me contempla con la mandíbula tensada como si quisiera llamarme la atención frente a Jason.
—Será mejor que nos vayamos —Se lleva ambas manos a los bolsillos de su chaqueta—Señor, después seguimos la conversación con más calma —Le informa a mi padre, él sonríe y asiente.
—Claro, Jason. Cuándo gustes puedes venir. —Palmea su hombro— Cuida a mi hija, últimamente anda distraída.
—La protejo más que a mi vida, suegro—Sonríe a boca cerrada.
Entonces me adelanto hasta la puerta, carraspeando la garganta y me detengo antes de salir.
—¿Dónde está mamá? —Cuestiono con la mano sobre el pomo de la puerta.
—Está lavando la ropa, ni se te ocurra saludarla, porque solo perderán más de su tiempo, y ya sabes lo que te puede pasar a la primera llamada que reciba del director—Sentencia cruzado de brazos.
—Tiene razón, ahí nos la saluda —Da un ligero empujón sobre mis hombros para salir de la casa. No tengo tiempo de responderle, además no quiero estallar una discusión a temprana hora.
Apenas subimos al auto, Jason planta un beso en mi mejilla, luego otro sobre la comisura de mis labios.
—Lamento dejarte vetada ayer, baby. Me sentía estresado, alterado... y un poco nervioso porque dentro de poco será el torneo estatal. —Susurra—Prometo compensártelo en estos días.
—Ya estoy acostumbrada a tu mal carácter, no te preocupes —Respondo con obviedad cuando se aparta para encender el auto.
—Vamos __, hoy es otro día. Además... ¿Por que mejor no vamos mañana por una hamburguesa? ¿eh? —Él me mira de reojo— Para recordar nuestra primera cita ¿que dices baby?
