Capítulo 19

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Columbia University.
Nueva York. Año 1989.

—¡Addison! ¡Addie! —Derek gritó por uno de los pasillos de la universidad mientras se colocaba una chaqueta impermeable, estaba por comenzar el invierno y el frío se empezaba a notar en la ciudad.

Ella se dio la vuelta rápidamente al escuchar su nombre. Llevaba sus libros de Anatomía bajo su brazo.

—Oye, ¿estás yendo hacia la biblioteca?

—Si, había quedado con Naomi para estudiar, ya sabes, para el examen antes del receso de invierno. ¿Tú como vas con eso?

—¿Yo? Bien... —mentira. Él ni siquiera había comenzado a estudiar.

Aún faltaban dos semanas para el examen y en lo único que podía pensar era en cómo pasar más tiempo con Addison. La conocía hace poco más de tres meses y ya estaba loco por ella.

—Si quieres puedes sumarte, hoy veremos la unidad II y III... —le sonrió amablemente. Ella era una buena compañera, siempre se preocupaba por ayudar a los demás y compartir su conocimiento con el resto.

—Yo... S... —no podía formular bien las palabras cuando estaba en frente de ella. Parecía estúpido.

La belleza de Addison lo dejaba perplejo. Sus mejillas apenas ruborizadas, algunas cuantas pequitas en la zona de la nariz, su cabello largo color cobrizo atado en una cola de caballo, su fleco perfectamente alineado al ras de sus cejas, sus pestañas largas y rizadas hacia arriba, sus ojos... sus ojos eran un mundo aparte. Tenían varias tonalidades de verde y azul al mismo tiempo. Era como si ella hubiera elegido tener ese color, los azules representaban su pureza, su tranquilidad y serenidad. Su delicadeza y su calma. Mientras que más hacia el centro del iris, tenía una aureola amarilla que se percibía solo si la mirabas con atención. Representaba su energía, su pasión, su entusiasmo, su alegría, su vivacidad, su calidez. La forma en que la luz reflejaba sobre ellos hacía parecer que el sol estaba brillando dentro de ella. Podría pasar horas mirando los patrones que se formaban dentro de su iris.

—Derek, ¿vienes o no? —levantó una ceja algo impaciente.

—Yo... si, perdón. Voy contigo.

En realidad tenía otros planes. Había quedado en ir a jugar un partido de básquet con Mark y Sam después de la clase de hoy, pero estudiar –si, estudiar– con Addison parecía un plan de viernes mucho más interesante. No iba a desaprovechar esa oportunidad.

—Entonces vamos, Nai ya debe estar ahí esperando —volvió a sonreírle y lo invitó a que la siguiera.

—Los internos tienen examen a fin de mes... —dijo Addison mientras comía un bocado de su sándwich. Estaban almorzando juntos en el patio trasero del hospital.

—Si, algo estuve escuchando en la cocina más temprano. Bailey debe estar como loca organizando las rondas —dijo Derek.

—Los residentes de años avanzados tienen que repartirse las tareas de los internos durante estas semanas, para que ellos tengan más tiempo para estudiar. Miranda tiene la agenda ocupada con exámenes rectales por ahora —se rió de solo imaginarlo. Ese tipo de trabajo no tan grato era el que hacían los internos.

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