Baby Steps

Capítulo 29

Derek le dio unos pequeños golpecitos en la espalda a Addison apenas se dio cuenta que se estaba ahogando, no entendía por qué había reaccionado de esa manera.

—Oh, no sabía que tenías relación con la doctora Montgomery Shepherd... —dijo Vanessa mirando a Mark algo incómoda.

—¿Ustedes se conocen? —preguntó Derek confundido.

—Algo así... tenemos una paciente en común.

En ese momento Derek volteó a ver la cara de Addison y entendió todo. Vanessa era la médica de la que Addison estuvo quejándose todo el día.

—Perdón la tardanza, aquí estamos —dijo Callie entrando por la puerta junto a Arizona.

—Torres, bienvenidas. Ella es Vanessa, mi novia —volvió a sonreír Mark.

—Oh, un gusto. Callie Torres, Arizona Robbins, mi novia... ¿todo bien Addison, Derek?

—Todo bien... —Addison se llevó la copa de jugo de arándanos a sus labios, desando fuertemente que fuera vino tinto.

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—Y bien... ¿como es que caíste en los brazos de este príncipe azul? —preguntó Callie sonriendo maliciosamente. Ya estaban todos sentados alrededor de la mesa.

—Oh bueno... fue en un bar, de hecho. Un bar subterráneo...

—O en un prostíbulo... —Addison murmuró por lo bajo. Solo Derek la escuchó y la pateó por debajo de la mesa.

—¿Eres médica, verdad? —preguntó Arizona.

—Así es, perinatóloga. Trabajo en el Mercy West.

—Oh, yo soy cirujana pediátrica también. Adoro a los niños, en especial a los bebés. Addison y Derek están esperando uno, de hecho.

Addison forzó una sonrisa y asintió con la cabeza mientras se llevaba la copa a la boca.

—Si, me enteré... —dijo Vanessa.

—Cuando tengamos al nuestro, va a ser como un primo para su bebé —dijo Mark.

—Escucha Mark, creo que es algo pronto para hablar de bebés... —Addison estaba cada vez más incómoda con lo que escuchaba.

—Por supuesto que no, ambos estamos por llegar a los cuarenta años, nos gustan los niños, ustedes ya tendrán uno... creo que es el momento perfecto.

—A lo que Addie se refiere —interrumpió Derek—, es a que deben pasar por algunas etapas primero... salir, conocerse mejor...

—Oh, ya conocemos muy bien cada parte el uno del otro —dijo Mark con una sonrisa socarrona.

—Ok, estamos comiendo —interrumpió Addison, con un tono molesto.

—Bueno, no sabía que te molestaba tanto hablar de sexo, un poco hipócrita de tu parte... —dijo Vanessa señalando su vientre.

Addison se rió, incrédula de lo que acababa de escuchar. Derek notó cómo la furia brotaba por su cuerpo y decidió intermediar.

—Este pastel de calabaza es realmente muy bueno, Arizona...

—Oh, gracias. Es la receta de mi abuela.

—No sabía que cocinabas tan bien —dijo Mark.

—Oh, tiene sus encantos —sonrió Callie.

—Sabes, un truco para que quede aún más sabroso es dejar que la calabaza se cocine a fuego lento en el horno por dos horas, en vez de hervirla. Para que no absorba tanta agua.