Baby Steps

Capítulo 23

El avión de Addison y Derek rumbo a la ciudad de Nueva York tomó vuelo el sábado, pasadas las 3 horas de la tarde. Ambos iban con cierta emoción y miedo encima, sabiendo que a partir de este viaje muchas cosas cambiarían.

Les esperaban por delante 5 horas y media de viaje para hacerse la idea de que iban a volver a su ciudad, aquella que no visitaban desde su dramática huida, y aquella donde aún estaban intactos todos sus recuerdos de su vida pasada.

También, donde estaba su familia. Podrían recolectar todo tipo de reacciones al embarazo. Desde sorpresa, emoción, confusión, enojo... vergüenza. ¿Decepción? Nunca se sabe que reacción podría tener Bizzy, en realidad. Addison tenía que estar preparada para cualquier cosa.

—No entiendo por qué no compraste pasajes de primera clase, estoy muy incómoda.

—No había tanta disponibilidad, ya te dije. Los viajes necesitan un poco más de anticipación...

—No sé como voy a soportar cinco horas acá, siento que mis pies ya se están hinchando.

—Tus pies están bien... trata de dormir un poco, aún faltan unas horas.

—¿Dormir? ¿Como pretendes que duerma acá? ¡Ya me duele todo el cuerpo! ¡No deberíamos haber venido en esta aerolínea!

—Addie... el problema no es el avión, ambos sabemos que no lo es... —dijo tomando su mano. Ella lo miró angustiada.

—Lo sé...

—Tienes que tranquilizarte, todo saldrá bien.

—No puedes saber eso, tu madre me odia, de hecho mi madre me odia también —se rió nerviosa—, a mi padre no sé si le interesará o si estará muy ocupado acostándose con alguna mujer 30 años menor que él...

—Calma.

—¡Estoy calmada!

—Okay... ven, recuesta tu cabeza en mi hombro —dijo levantando el apoyabrazos del medio.

Addison no estaba muy convencida pero de todas formas se apoyó sobre él. Derek sabía cómo se sentía, de hecho, siempre que tenían que ir a ver a su familia ella tenía una reacción similar. Pero esta era la primera vez que venían con un bebé bajo el brazo, por lo que los nervios aumentaban.

—Trata de dormir... —le susurró mientras hacía pequeñas caricias en su cabello.

Ella con el pasar de los minutos, cayó profundamente dormida. La noche anterior casi no había descansado por pensar en el vuelo. Derek también se relajó al verla por fin descansar.

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Addison se despertó abruptamente cuando el avión comenzó a sacudirse bruscamente. Desde la cabina del piloto habían informado que estaban atravesando una zona de altas turbulencias.

—Oh, por Dios. Tengo miedo, es demasiada turbulencia, Der —colocó ambas manos rodeando su vientre.

—Tranquila, Addie. Cuando nos alejemos de Montana mejorará. Es prácticamente imposible que un avión se caiga por la turbulencia.

—¿Como dices eso? ¿No ves como se sacude todo? Sabía que no teníamos que viajar...

—Mira, las turbulencias aéreas se desatan debido a un fenómeno natural meteorológico en el cual el avión queda atrapado en un flujo de aire interrumpido. Y esto es lo que provoca este tipo de movimientos, pero, sin embargo es muy poco probable que la aeronave se estrelle por esto.

—¿Por qué?

—Hagamos de cuenta que el avión se encuentra dentro de un recipiente de gelatina, que representa al flujo del aire. Tu puedes sacudir o golpear esa gelatina haciendo que el avión se mueva de arriba a abajo, o hacia los costados, pero nunca se caerá porque la misma gelatina lo contiene. Ocurre lo mismo en el caso del aire, la presión que ejerce sobre el avión permite que se mantenga volando.