Capítulo 39

1.1K 77 103
                                    

Lunes 12 de agosto, 1989.
Columbia University.

El primer día de clases nunca es precisamente el mejor día, pensaba Derek mientras bajaba del autobús junto a Mark.

El ambiente puede ser un poco abrumador. Está lleno de gente desconocida caminando por todas partes, por lo que resulta fácil perderse en las multitudes y en los edificios laberínticos. Hay demasiada información ingresando por todos los sentidos de tu cuerpo.

Comenzaba una nueva etapa de sus vidas donde la falta de familiaridad, la independencia y la responsabilidad en el aprendizaje se volverían primordiales. Ya no era como la escuela secundaria, ahora ingresarían en el lugar que los transformaría en médicos. En profesionales, les daría el permiso y la capacidad para tratar con la salud de personas reales.

—Cambia esa cara, Derek. Nos divertiremos aquí —dijo Mark riéndose. Obviamente él estaba relajado, siempre lo había estado.

—¿Sabes en qué aula cursamos hoy? —preguntó nervioso al ver el mapa del campus universitario.

—No lo sé, pero ¿ves ese grupo de chicas allá tras la escalera? Serán nuestra primer conquista universitaria.

—¿Sabías que venimos aquí para ser médicos, no? Deja de mirar mujeres. Son nuestras compañeras.

—Los médicos son los que más mujeres tienen atrás. Dr. Sloan, ¿No te excita un poco ese nombre?

—No. Mmm... Piso 3, aula 23. Anatomía Gruesa con el profesor... el Dr. Phillips —dijo viendo un folleto que les había llegado por correo.

—Está bien. Vamos. Creo que es por esta escalera detrás de la fuente.

—Rompí fuente.

—¿Qué?

—Lo que escuchaste —dijo corriendo el edredón. Él vio todo efectivamente mojado.

Derek empezó a sentir el miedo real. Ahora si, estaba ocurriendo lo que tanto había deseado durante el día. Qué día, meses. Solo que no imaginó que funcionaría tan rápido.

—Está bien, no pasa nada... yo... tú... vamos a... um... vamos a cambiar las sábanas, y... Dios mío, está pasando.

—Derek, me estás poniendo más nerviosa —dijo con la voz temblorosa. Ella también tenía miedo ahora. Mucho más que él.

—N-no... Addie —respiró profundamente— te ayudo a cambiarte. ¿Quieres tomar una ducha rápida? ¿Cuánto tiempo tenemos?

—Unas horas...

—Bueno... ¿q-qué hacemos? Dios ¿por qué no fuimos a las clases preparto?

—Porque es más divertido tener sexo —dijo sintiendo una nueva contracción e intentando levantarse de la cama.

Derek se levantó antes y fue a ayudarla. La acompañó al cuarto de baño y abrió el agua de la ducha.

—Escucha, ya vengo, voy a cambiar las sábanas mojadas y ponerlas en la lavadora. ¿Si? ¿Te puedes quedar sola?

—No, no me dejes. Tengo miedo, Der.

—Es un segundo, Addie... yo... está bien me quedo contigo. Apóyate en mis hombros, te sacaré este pantalón mojado.

—¿Es color transparente?

—Si, no te preocupes —dijo bajando suavemente el pantalón por sus piernas.

Baby StepsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora