Baby Steps

Capítulo 20

Ciudad de Nueva York.
18 de julio de 1993.

Addison estaba en su departamento terminando de delinear sus ojos. Llevaba un maquillaje suave y delicado en su rostro, que hacía juego con su vestido de satén color negro hasta el suelo. Su cabello estaba semi recogido con una trenza en el centro, dejando libre sus ondas y su fleco. Naomi estaba junto a ella también preparándose.

Era uno de los días más importantes en la vida de los estudiantes de último año. Se llevaría a cabo el acto de graduación en la Escuela de Medicina de Columbia, en un evento solemne y emotivo que marcaría el final de un arduo camino de estudio y formación.

La ceremonia se realizaría en el histórico Radio City Music Hall, y contaría con la presencia de todos sus familiares, amigos, profesores y autoridades académicas. Ellas dos, como siempre, iban a ir juntas.

—Estas espléndida, Addie —dijo Naomi sonriéndole. Ella llevaba un vestido dorado con un tajo en la pierna izquierda.

—Tu también, Nai. Aún no puedo creer que esto realmente esté sucediendo.

—Lo sé, pareciera que el primer día hubiera sido ayer y ya hemos terminado.

—¿Crees que mi peinado se estropeará con el birrete? Oh por Dios, no puedo creer que esté pensando en eso.

—Creo que en ese momento lo que menos nos importará es nuestro peinado.

—Oye, quiero estar presentable cuando suba a dar el discurso.

—Addie, siempre estas impecable. Eso no será un problema para ti.

—Creo que en 10 minutos ya deberíamos salir... —dijo riéndose.

Por su parte, Derek, Sam y Mark estaban ya preparados esperando el momento para salir. Los tres lucían trajes de gala; Sam de color beige, Mark de azul marino y Derek, negro.

—Derek, ¿estás seguro? —dijo Mark no muy convencido con los planes de su amigo en mente.

—Por supuesto que si. Llevo meses organizándolo.

—Arruinarás tu vida.

—Oh, Mark. Nunca lo entenderás —se rió.

—Mis dos compañeros me abandonan...

—No te hemos abandonado —dijo Sam mientras acomodaba su moño celeste.

—Por supuesto que si, la idea no era ponerse de novios en la universidad. Se perdieron los mejores años de soltería. Y ni siquiera planean disfrutar la residencia con las enfermeras sexys que hay en los hospitales...

—No siento que haya perdido nada, al contrario, gané mucho más de lo que imaginaba —dijo Derek.

—Nope, definitivamente te he perdido, hermano —cerró los ojos lamentándolo.

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Addison abrió los ojos repentinamente cuando escuchó el sonido del teléfono fijo retumbando en la habitación. No entendía a qué se debía eso ni quien podía llamarla tan temprano. Aún adormecida estiró su brazo y atendió la llamada.

—Doctora Montgomery Shepherd.

—Buenos días, Sra. Montgomery Shepherd, hay un paquete a nombre suyo en recepción que acaba de ser dejado. ¿Desea que se lo llevemos hasta su habitación?

—¿Un paquete? —preguntó con la voz ronca.

—Así es. El remitente de dicho presente es Dr. Derek Shepherd.