𝑩𝑨𝑫 𝑩𝑳𝑶𝑶𝑫 - 𝐡𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐩𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 𝐱 𝐦𝐚𝐫𝐯𝐞𝐥 [Terminada]

7. 𝐓𝐚𝐥𝐤𝐢𝐧𝐠 𝐭𝐨 𝐒𝐢𝐫𝐢𝐮𝐬

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Capítulo Siete

Hablando con Sirius

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❝ ¿Le dieron un juicio y encima lo dejaron salir de azkaban?...❞

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Emma bajó a las una de la madrugada. La sala común estaba desierta.

Cassiopeia, Amber y Maddelline vigilaban que nadie se levantará del lado de las habitaciones de las chicas, mientras Thomas y Mar vigilaban las habitaciones de los chicos.

Emma se echó en un butacón que había delante de la chimenea. La sala se hallaba en penumbra, sin otra iluminación que las llamas.

Emma volvió a mirar al fuego y se sobresaltó. La cabeza de Sirius estaba entre las llamas. Si Emma no hubiera visto al señor Greengrass de la misma manera en la cocina de las mellizas, aquella visión le habría dado un susto de muerte. Pero, en vez de ello, Emma sonrió, saltó de la silla, se agachó junto a la chimenea y saludó:

— Hola Canuto. ¿Qué tal estás?

Sirius estaba bastante diferente de como Emma lo recordaba. Cuando se habían visto por primera vez, Sirius tenía el rostro demacrado y el pelo largo y enmarañado. Pero ahora llevaba el pelo corto y limpio, tenía el rostro más lleno y parecía más joven, mucho más parecido a la única foto que Emma poseía de él junto a Victoria, que había sido tomada el día de su boda.

— Hola Cachorrita, no te preocupes por mí. ¿Qué tal estás tú? — le preguntó Sirius con el semblante grave.

— Yo estoy...

Durante un segundo intentó decir «bien», pero no pudo. Antes de darse cuenta, estaba hablando como no lo había hecho desde hacía tiempo: de
cómo nadie, más que su grupo, le creía cuando decía que no se había presentado al Torneo, de las mentiras de Rita Skeeter en El Profeta, de cómo habian sido las clases en Hogwarts...

— ... Y ahora Lunático acaba de contarme lo que me toca en la primera prueba, y son dragones, Sirius. ¡No voy a contarlo! — comentó Emma. — He luchado contra muchas cosas raras y siempre salgo viva por mis poderes, pero ahora para estas pruebas no los puedo utilizar, sino quedaré eliminada... Y no puedo quedar eliminada, los alumnos de Ilvermorny me odiarían — terminó desesperada.