Reencarnación mágica en: Harry Potter y La Piedra Filosofal

40 - Preparativos

La historia original así como sus personajes no me pertenecen. El crédito es para sus respectivos creadores. Esta historia está escrita por diversión y deseo de entretener sin ánimos de lucro.

...

- ¡Ya terminé la tercera serie de veinte repeticiones! -grita alguien, con los brazos temblando, en una habitación dentro de un baúl.

- ¡Dama una más! -grita Samael a una chica que estaba realizando flexiones.

Llevaban entrenando una hora y la pobre chica se estaba arrepintiendo por tercera vez, en la semana.

- ¡Listo señor! -grita Merula, enojada por tener que hablar con respeto a un niño.

- Bien, descansa antes de que empecemos con entrenamiento mental -indica Samael, permitiendo un descanso extenso, si cinco minutos fuera eso.

- No creí que hacer ejercicio cansaría tanto -se queja Merula en el suelo.

- Ya te lo dije: cuerpo, mente y alma -dice Samael, con tono sabio.

- Qué tontería -dice Merula secándose el sudor.

- Supongo que la mejora, aunque pequeña, de estos días fue coincidencia -dice Samael burlón, causando un bufido de la chica del mechón naranja.

- Solo cállate y practiquemos -dijo Merula, sentándose enfrente de Samael.

El siguiente entrenamiento era más calmado, Samael le estaba enseñando oclumancia, sus barreras mentales tardarían un tiempo en desarrollarse bien, pero el control emocional le beneficiaria.

Poco a poco, Merula era capaz de controlarse, aunque el primer día fue un desastre total, tres días después, aunque enojada, pudo evitar gritar.

Pociones y las demás materias eran algo en lo que no necesitaba ayuda, sin embargo, ya que no sabía mucho sobre el duelo mágico, se volvió la tercera parte del entrenamiento.

- ¡Expelliarmus! -grita Merula apuntando a Samael.

Más y más hechiza salieron de la varita de Merula, algunos sin hablar, pero al final todos esquivados, repelidos o anulados.

- Ahora te toca defenderte -declara Samael - ¡Expulsó! -gritó, lanzando el hechizo a los pies de Merula.

Merula, a diferencia de Samael, se veía en apuros en esta parte del entrenamiento.

- ¡Protego! -dice rápidamente Merula, cubriéndose de un hechizo inmovilizador.

Cinco minutos después, el combate ahora sería más serio, ambos atacan, ambos defienden.

El intercambio no era tan violento como podría ser una batalla real, pero servía para que Merula controlará mejor su forma de realizar hechizos y magia que aplicaba a cada uno.

Si en este momento hacía las pruebas para ser parte del cuerpo de aurores, pasaría.

- No estaré disponible en la noche y mañana temprano -avisa Samael después de entrenar -, el entrenamiento, lo suspenderemos hasta después de navidad.

- ¿A dónde irás? -pregunta Merula tomando un poco de agua.

- Con mis amigas -dice lanzando un hechizo limpiador en ambos-, celebraremos la navidad en mi casa.

- Que molestia -dice Merula en un tono algo bajo, pero se veía un poco de tristeza en sus ojos.

- Puedes venir, no quisiera dejar a mi estudiante y nueva amiga en navidad.

- ¿¡Porque querría ir!? -se queja Merula, sin querer aceptar su alegría por haber sido invitada- ¡Seguramente estará Tonks y es una molestia! -dice dándole la espalda a Samael- ¡Me voy a aburrir!