45 - Mira mi huevo

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La historia original así como sus personajes no me pertenecen. El crédito es para sus respectivos creadores. Esta historia está escrita por diversión y deseo de entretener sin ánimos de lucro.

...

Mientras el huevo de dragón era observado por los tres leones, al tiempo que trataban de disuadir a Hagrid de quedarselo, en el séptimo piso se daba una pelea de preguntas y respuestas entre las chicas, evento que tenía una semana de darse diariamente después de clases. Este juego lo planeo Samael para ayudar a sus amigas a estudiar. Después de muchas preguntas, a cabo el juego.

- ¡La ganadora es Giselle! -grito Samael, alegrando, sin que se notará, a la chica, ya que había estado deseosa de ganar desde que empezaron a jugar.

- Yo quería ganar… -dice Lavender, devastada, no era tonta, pero se ponía muy nerviosa y se confundía, por lo que perdía constantemente y quedaba de las últimas.

- Lo lograrán Lavy -dice Samael tratando de animar a su amiga -, estos juegos te ayudarán a controlar tus nervios.

Antes de que pudieran decir algo más, se abrió la puerta, revelando a una chica de lentes.

- Sam ¿Sabes algo de dragones? -pregunta Harley, ignorando por el momento a sus amigas.

- Solo sé que soy el mejor de todos -responde orgulloso y levanta un dedo al cielo -, soy el que se alza por encima de todas las razas.

- No se porque, pero creo que está diciendo algo impactante -dice Britta observando el intercambio de palabras. Las demás asienten en aceptación.

- ¡Es enserio! -dice Harley fingiendo seriedad - Hagrid consiguió un huevo de un Ridgeback noruego y lo quiere criar.

- No se que es peor: que sea lo suficientemente ingenuo para que piense que no lo van a descubrir o que piense que puede criarlo como un cachorrito -dice Cho, divertida por la actitud del semigigante.

- Suena divertido pero te dejaremos este asunto a ti, Sam -dice Selene, haciendo salir a las chicas, quienes no protestaron - ¡Solo avisen a todas cuando vaya a nacer! No siempre se puede ver un evento así ¿Ok?

El dúo de pelo negro acepto, no había razón para anegarse en primer lugar.

Ambos salieron de la sala de menesteres y se dirigieron a la cabaña de Hagrid, mientras Harley le explicaba lo que Hagrid le contó.

- ¡Hagrid! -llamó nuevamente Harley al llegar a la cabaña - ¡Déjanos entrar!

Hagrid, abre la puerta, dejando salir mucho calor de interior, Samael, cómodo, y Harley, resignada, entraron a la cabaña. Aunque Hagrid no estaba muy contento con la presencia de Samael.

- ¿Podrías dejar que Samael revise el huevo? -pregunta Harley,ahora fresca, debido al hechizo que le lanzó Samael.

- No debiste contarle, Harley, ya sabes que hizo con las arañas -reclama Hagrid, algo enfadado con la chica de gafas.

- Eso fue en defensa propia -declara Samael de forma despreocupada- y ya que no soy bienvenido, solo diré que el huevo parece sano. No se como lo sé, pero digo lo que veo.

Diciendo eso, Samael salió de la casa, siendo seguido por Harley, quién se disculpó con el gigante por la actitud de su amigo.

- No tenías que ser grosero, solo quería mucho a los animales -dice Harley, de manera calmada, tratando de convencer a Samael.

- Harley, las arañas que mate hace tiempo, nos hubieran matado y devorado -explica Samael, tratando de que no kiztidoque la actitud del semi gigante -, Hagrid quería que nos castigarán, especialmente a mi, por procurar mirara supervivencia.

- Lo entiendo, ya sé que ese dragón es un peligro, en muchos sentidos -dice Harley, suspirando-. Solo me gustaría que lo sobre llevarás, como si un loco asegura que la luna es de queso, preguntar de qué tipo es.

- Eres demasiado considerada, Harley -dice Samael, comprendiendo un poco a la chica -, no seré agresivo si eso quieres, pero no dejaré que diga lo que quiera si puede hacerles daño.

- Supongo que está bien, aunque espero que Hagrid entre en razón -dice Harley, contenta, al saber que no conseguiría algo más, dada la personalidad de Samael.

Los días siguientes, mientras Ron y Seamus trataban activamente de subirle el ánimo al profesor Quirrell, sin saber que era él quien quería robar la piedra filosofal, Harley y Harry le dedicaban palabras alentadoras o sonrisas dulces.

Un día, una lechuza voló hasta Harry en el desayuno, tenía una nota de Hagrid, avisándoles que el huevo ya iba a romperse.

- ¡Hay que ir después de la clase de herbología! -dice Lavender que los escucho hablar, algo que los chicos no pudieron objetar, Harley estaba muy contenta.

- Claro, no creo que podamos ver nacer un dragón nuevamente -dice Harley, por lo que le contaron, sabe que es imposible ver uno fácilmente.

- Silencio -dice Harry, al ver qué Draco pasaba al lado de ellos.

Draco sonrió y se fue, cosa que preocupó a Harry, pero la conversación sobre el dragón, con un volumen más bajo, siguió y se distrajo de sus preocupaciones. Al finalizar la charla,él también coincidió en qué sería genial que no estuviera prohibido tener uno.

Harley no perdió tiempo y les aviso a sus amigas que ya era hora de que naciera, así que sin perder tiempo, acabadas sus clases, todas corrieron a la cabaña de Hagrid, esperando llegar a tiempo.

- ¡Hagrid! -llama Harley, un poco sin aliento - ¡Abre por favor!

- ¡Ya casi sale! -dice Hagrid emocionado, pero al ver al resto de las chicas, se pone pálido.

- No te preocupes, Hagrid, ellas son de confianza -asegura Britta, quién también es cercana a Hagrid.

Al entrar, el huevo, se agitaba y unas cuarteaduras salían, aquí y allá. Las chicas siguieron hablando de las características del huevo y los problemas legales, a petición de Harley, para convencer al guardabosques para que lo liberará.

Una minutos más tarde, el huevo se abrió, revelando a un escuálido animal, con escamas y piel marrón, ojos saltones y amarillentos, sus colmillos, aunque no letales, parecían capaces de arrancar dedos y de a oca salían chispas y humo, como si en cualquier momento exhalara fuego, sus patas y garras eran alargadas pero muy fuertes y sus garras arañaban la mesa sin mucha dificultad y su cola  casi del tamaño de su cuerpo, se movía constantemente,  , pero lo más impactante, eran sus alas, largas y delgadas, casa una era fácilmente del tamaño del dragón.

- ¡Mirenlo! -dijo Hagrid con ojos llorosos y acercando los dedos, recibiendo la atención y pequeños mordiscos del recién nacido- Es hermoso y conoce así mamá.

- Es tierno a su manera -dice Giselle, algo en lo que coinciden las demás.

El dragón soltó una bocanada de fuego, causando que la barba de Hagrid se quemará.

- Hagrid… ¿Qué tan rápido crecen los Ridgeback noruegos? -pregunta Selene, preocupada por la casa del semigigante.

Hagrid iba a responder, pero su rostro se puso repentinamente pálido y se levantó de la silla en la que estaba sentado, solo para quedarse mirando por la ventana.

- ¿Qué sucede Hagrid? -preguntó Hermione, confundida, por su repentina acción.

- Un chico, estaba viendo por la ventana, va corriendo de regreso al castillo - respondió Hagrid algo nervioso.

Las chicas salieron de la cabaña y todas, sobre todo Lyra, identificaron al chico, su cabello rubio platino lo delataba, Draco Malfoy había visto al dragón.

...

Continuará...

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Reencarnación mágica en:  Harry Potter y La Piedra Filosofal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora