Abrumado por la fama, Joseph Quinn, quien dio vida al entrañable Eddie Munson en Stranger Things, vuelve a su barrio de la infancia en su querido Londres, lugar en el cual, viven sus mejores amigos, que de una u otra forma, lo llevan a meterse en en...
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Narra Joseph:
Suspiré y miré a mi alrededor, había extrañado mi casa, Londres. Llevaba un buen tiempo sin cruzar la puerta del lugar donde siempre he vivido.
— Joseph, hijo. Estoy tan feliz de verte— Mamá me abrazó y yo me dejé atrapar por su dulce aroma que me recordaba tanto a mi infancia, siempre es bueno volver donde uno fue feliz.
— Mamá— sonreí— Creí que nunca más volvería . Me alegro tanto de estar contigo—Tomé sus manos, y las acaricié, ella sigue mirándome como el niño de siempre, pese a que, ya tengo veintiocho años.
— Sabía que lo harías, necesitabas un descanso, cariño—Ella acaricia mi cabello y yo me dejé querer por ella, como si fuera un gatito casero— De todos modos, me pone muy feliz todo lo que has logrado, pero creo que la fama debe tomarse con algo más de calma— mamá tiene razón, la fama que me llegó de un momento a otro, agotó mi paz mental. Si he vuelto a mi barrio de la niñez, en Londres, ha sido por un descanso.
— ¿Alguien sabe que estoy acá?— pregunto mientras me siento en el sofá , dejo cargando mi teléfono móvil. Sabía que necesitaría comprarme otro celular, quería un número personal, para mí y mis amigos personales, no quería los números de esos famosos que han llegado de la noche a la mañana, sólo quería a las personas importantes, a las que me vieron crecer y que aún forman parte de mi vida, esa que es real , no la de la televisión.
— No hijo, nadie lo sabe. Sólo Chris y Cole, tal como me lo pediste— Chris y Cole eran mis mejores amigos de la infancia, y quería que sólo ellos supieran sobre mi llegada al barrio. Aunque Wesley, mi mejor amigo de toda la vida, no estaba en Londres, cosa debí preguntarle antes de venirme sin más.
— Gracias mamá, no sabes lo incómodo que fue el viaje— ella rio despacio— He tenido que viajar escondido, con gafas y un gorro, para que no me vean que ando por estos lugares— me río, y es que ser famoso es tan extraño.
— ¿Cuánto tiempo pretendes quedarte?—Mamá me mira triste. Ella se ilusionaba mucho con la idea de quedarme con ella para siempre, pero no podía, tenía un muy buen trabajo, algunas campañas de grandes marcas, algunos proyectos de películas y conversaciones para otras cosas. Sólo necesitaba unos meses de respiro y listo.
Sólo estaría en casa.
— No lo sé mamá, quizás dos meses, tres meses, hasta cinco—Caminé hasta la cocina, me gustaba recordar mi casa, el aroma especial que sólo el hogar tiene, además vivimos en un buen barrio de Londres. Miré hasta el patio y todo seguía igual, el agua de la alberca estaba verde, con hojas flotando en la superficie, no quise salir a recorrerlo, estábamos en pleno invierno y no era una opción morir de frío allá afuera.
— Bueno, me conformaré con que seas mi niñito por estos meses— mamá besa mi frente, y yo sonrío. No hay como volver a casa.
— Te amo mamá— la abracé fuerte, me gustaba saber que ahí tenía un terreno seguro, unos brazos cálidos que me repararían de los daños que habían causado en mí.
