Abrumado por la fama, Joseph Quinn, quien dio vida al entrañable Eddie Munson en Stranger Things, vuelve a su barrio de la infancia en su querido Londres, lugar en el cual, viven sus mejores amigos, que de una u otra forma, lo llevan a meterse en en...
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Narra Sloane:
Joseph estaba sobre una escalera metálica que habíamos puesto en el jardín, colocaba las luces sobre unos árboles que tenía, yo lo miraba desde abajo y le decía si estaba bien la posición de las luces. Sonreía al verlo haciendo eso, con Christopher jamás había hecho algo así y se sentía tan extraño, pero a la vez genial. Fue ahí cuando comprendí que no es necesario estar con un novio sólo por estar, sólo por compañía y por el respeto a los años de compañía. Podía simplemente tener un amigo, y eso estaba muy bien, incluso mejor y más divertido que tener un novio que no te complementa al cien por ciento. Pensaba todas esas cosas, y en lo lindo que Joseph era por hacer eso, su piel de porcelana se veía incluso más linda entre la nieve, me aterraba pensar que él se iría, porque a pesar de lo tierno que Joseph Quinn podía llegar a ser, él era un chico de televisión, un chico que sale con famosas y tiene amigos famosos, alguien que es de ciudades grandes y no sólo de este lugar. Yo sólo soy una maestra que está en Londres por error, pero que tarde o temprano, debía vovler a Suffolk.
— ¿Te han gustado? — Joseph ya se había bajado de la escalera y me estaba mirando, mientras yo pensaba esas idioteces.
— Claro, muchas gracias— le sonreí y él también lo hizo— Creo que el jardín ya está listo, quizás deberíamos intentar decorar adentro. Perdón si te estás aburriendo conmigo— ambos reímos.
— Oye, me gusta estar contigo— habló bastante serio.
— ¿En serio? ¿No lo haces por culpa?— Joseph ya tenía a sus dos mejores amigos acá y no entendía por qué prefería pasar el tiempo conmigo.
— ¿Culpa de qué? ¿De haber sido un idiota? Oye, reconozco mi error, pero el hecho de que me guste que seamos amigos no tiene conexión con mi idiotez— él volvió a sonreír— Te he dicho que me gusta poder actuar normal contigo, para eso vine hasta mi casa. Cole y Christopher, sí, son mis mejores amigos, pero sólo hablamos de mi vida ahora que soy ''famoso'', yo no quiero hablar de eso, escapé de esas cosas para descansar. Quiero recordar lo normal y mortal que soy.
— Te entiendo...—Lo miro, y ambos entramos a casa, al menos adentro no hacía frío por la chimenea— Necesito que me acompañes al ático porque allá tengo unas cajas con más adornos de navidad y la casa es antigua, me da miedo ir sola— hice un gesto divertido y ambos nos adentramos por un largo pasillo que nos conduciría al ático. Bajé las escalerillas que nos servirían para subir, Joseph subió primero con una linterna y yo subí después. No tenía idea de por qué estaba nerviosa, pero el hecho de sentirme más sola de lo común con él, me generaba emociones extrañas, a veces pensaba: ¿Qué diría Chris si nos viera solos en la que era nuestra casa?¿Él pensaría de forma distinta, o simplemente lo tomaría como algo inocente?
Estaba nerviosa y aquello me jugó una mala pasada porque me sujeté de unasmaderas acomodadas en torre que descansaban en la entrada del ático, no noté que ahí había un trozo pequeño de vidrio, no era demasiado grande, pero sí lo suficiente como para herir mi mano y que saliera sangre de ella.
