Abrumado por la fama, Joseph Quinn, quien dio vida al entrañable Eddie Munson en Stranger Things, vuelve a su barrio de la infancia en su querido Londres, lugar en el cual, viven sus mejores amigos, que de una u otra forma, lo llevan a meterse en en...
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Narra Sloane:
Podía sentir lo tibio del cuerpo de Joseph, él a veces pasaba a rozar mis manos y yo cerraba mis ojos. Es como si hubiera llegado en el momento correcto, y no hablaba de una manera amorosa, sino que mi noche hubiera sido una real mierda sin él, a veces caía en lo que estaba haciendo, que no era nada malo. Miraba a través del límite de los hombros de Joe y esperaba encontrarme los los ojos de Christopher, pero él parecía haber sido abducido por extraterrestres, porque desapareció sin apenas notarlo. Ya estaba lo suficientemente ebria como para arriesgarme a montar un show porque mi novio me dejó abandonada en la fiesta, así que básicamente descansé en la amabilidad del amigo famoso oculto que mi novio tenía. Joseph Quinn, era un nombre para comenzar a googlear.
— ¿ Sabes algo de Chris? — noté que Joe miró de reojo su teléfono móvil, pero en cuanto le hablé, lo bloqueó y me sonrió. No sabía si aquello era lindo, o si me ocultaba algo, porque sentí su atención en mis palabras, costumbre que en mi relación ya se había perdido.
— No, no me han llegado mensajes. Pero bueno, vives con él así que él estará en casa y lo tendrás que ver sí o sí —me sonrió, la bola de cristal que estaba en el centro del techo oscuro se reflectaba en sus gafas negras, sus ojos eran un misterio para mí y aunque llegase a googlearlo, no sería lo mismo ver sus ojos en imágenes, a verlos en persona.
— Tu amigo es un idiota, Joseph— aquello fue un vómito verbal.
— Sloane, yo... Yo no sé que decir, Christopher es mi mejor amigo—Él me miró nervioso.
— Sé que tu lealtad es de él y quizás sólo estas acá bailando conmigo por lástima, porque claro, soy la chica a la cual tu amigo dejó sola sin motivos y aquello te pesa moralmente. Pero si no quieres seguir bailando conmigo, puedes ir a buscar a otra chica —reí triste y avergonzada. Aquello era verdad, él podría estar ligando con una chica, pero perdía el tiempo conmigo.
— No, no digas eso... Me caíste bien, no pienses que estoy acá por lástima — Joseph tomó mis manos y me alejó de la pista de baile.
— Perdón — reí nerviosa— Es sólo que me da pánico pensar que Christopher vuelva a hacer lo mismo.
— ¿ Qué cosa?
— Hace dos años me engañó y yo lo perdoné — A veces creía que era una idiota por perdonar eso, pero lo amaba tanto, que volví a intentar confiar en él. Sólo no quería que rompiera mi corazón nuevamente.
— Oh, Sloane... Yo no tenía idea de eso— Joe suspiró y me miró —Es tarde, ¿Quieres volver a casa?
— ¿ Y Ellie y Cole? — miré por el resto de la disco, esperando que los otros amigos aparecieran— Y perdón por soltar cosas de mi vida, sé que es tu amigo — hablo un poco desorientada, probablemente volvería a tartar el tema con él.
— Pues creo que siguen bailando, pero ya son las cuatro de la mañana y creo que estás cansada— Él me enseñó su sonrisa y yo como si no tuviera conciencia de la maldad, acepté irme con él.
