Abrumado por la fama, Joseph Quinn, quien dio vida al entrañable Eddie Munson en Stranger Things, vuelve a su barrio de la infancia en su querido Londres, lugar en el cual, viven sus mejores amigos, que de una u otra forma, lo llevan a meterse en en...
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Narra Sloane:
No sabía realmente qué demonios pensar sobre algo como eso. ¿Era posible sentirme tan patética?
Estaba sentada al lado de mi amiga, las personas se iban de la fiesta, Cole había esperado el sí de Ellie, cenar al lado de ella, para confesar la verdad. Ellie lloraba desconsoladamente, sabía que nos costaría un par de tiempo poder recuperarnos de esto. Cole de paso habló por Joseph, y si me estaba engañando y cargaron al bebé con él, era probable que ambos estuvieran involucrados con la misma chica, lo cual era asqueroso.
— ¡Lo odio, Sloane!— gritaba mi amiga, con su maquillaje corrido.
— Amiga, no sé qué decir... —lloraba con ella— Me duele tanto verte así, yo jamás pensé que Cole podría ser capaz de algo como eso.
— Es una mierda de hombre— gritó Ellie, quien estaba casi descontrolada, una prima de ella le había preparado un café— Quiero matarlo con mis propias manos, yo lo amaba y me engañó, Dejó embarazada a una chica de la ciudad, y tuvo el descaro de planificar toda esta boda.
Suspiré, estaba realmente mal por todo lo que estaba pasando, y no tenía ni tiempo para pensar en Chris y su jodida propuesta de matrimonio, tampoco podía pensar en Joseph, porque tenía mi mente nublada, con mil emociones, tristeza por mi amiga y por mí, quizás debí haber abandonado a Chris hacía ya mucho tiempo.
— Sloane...— una voz me interrumpió, era Chris— ¿Podemos hablar?
Yo miré a mi amiga, quien bebía café y tenía la máscara de pestañas corrida de tanto llorar. Ella me hizo un gesto que me indicaba que podía ir sin problemas.
— ¿Qué quieres?— me crucé de brazos y él se arrodilló ante mí. Puse mis ojos en blanco, no quería más vergüenzas.
— Te imploro que me perdones— lloraba y aún tenía esa cajita del anillo de compromiso— Yo siempre te he amado, pero ya ves... no seré padre de nadie.
— ¿Sabías de todo esto? ¿Sabías que serías padre supuestamente?— le pregunté molesta, porque era toda una red de mentirosos.
— Ella me dijo, y yo preferí callar porque... porque sí creí que podía ser el padre del bebé. Pero ya no lo soy y eso quiere decir que Dios me ha dado una oportunidad para que podamos vivir nuestro amor, casarnos e irnos de Londres si quieres— Tomó mis manos— Eres el amor de mi vida.
— ¿La chica es Brionny, verdad?— pregunté casi derrotada por mi pésimo instinto de mujer. sólo me miró y después apartó su vista.
— ¿Eso importa ya? No tendré un bebé con nadie... podemos estar juntos.
— ¿Me engañabas con ella?— Volví a preguntar y él miró al piso.
— Sí— terminó por admitir— Nunca la amé, por eso quiero que aprovechemos el tiempo perdido— Chris tomó mi mano y me llevó a él— Te amo.
