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Narra Sloane:

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Narra Sloane:

Era de madrugada, me levanté a las cuatro de la mañana para poder arreglarme y poder viajar sin tener cara de zombie, no pretendía decirles nada a mis padres, aunque no estaba segura de que ellos se emocionaran tanto, de seguro me regañarían por lo de Chris y me sacarían en cara el hecho de que ellos nunca estuvieron de acuerdo en que yo viviera con él. 

Estaba demasiado helado, así que tomé ropa bastante abrigada y me encargué de cerrar bien la casa, no quería que alguien entrara durante mi ausencia. Fui al baño del primer piso y me miré al espejo por última vez, antes de subirme al bus que me llevaría a casa, era un viaje largo, casi de un día, pero aquello no me importaba demasiado, pasar la navidad en Londres era un panorama deprimente y no estaba dispuesta a eso.

Salí de casa, la dirección de la estación de buses no estaba tan lejos, así que, tomé un taxi y opté por caminar una cuadra. Las ruedas de la maleta dejaban un caminito en la nieve, era la única caminando por las calles a esa hora, estaba muy helado y aún estaba oscuro, aquel panorama era desolador, pero sabía que al final del día estaría en mi hogar, y quizás podría encontrar verdaderos motivos para quedarme allá y nunca más volver. Mientras mi mente naufragaba en un mar de pensamientos, no me había dado cuenta , pero ya había llegado a la estación de buses, y no había nadie más. Me quedé parada esperando que el bus llegase desde algún pueblo cercano, quizás era la única del lugar que esperaba ese bus. Revisaba mi teléfono móvil, mis dedos estaban helados y hasta me costaba moverlos, sentía que tenía una capa de hielo que rodeaba mis huesos, no era una buena sensación. De la nada, sentí la puerta de un coche, me llamó la atención que alguien pudiera andar  por el lugar a esas horas, hasta me asusté, me sentía tan sola que incluso me daba miedo que alguien llegase.

Me di la media vuelta, porque necesitaba ver quien estaba compartiendo la misma hora en la intemperie. Mis ojos se clavaron en los suyos, cuando lo vi caminar entre la nieve, sin gafas, con una chaqueta como si fuera un leñador, su nariz estaba roja, incluso más que la mía.

— ¿Qué haces acá?— tragué saliva para poder hablar bien, el frío me estaba ganando. Me trababa y al verlo ahí, frente a mí, sin decir nada, me ponía más que nerviosa, porque realmente no entendía su presencia— No vas a responderme...

— Quédate conmigo, Sloane—Joseph caminó hacia mí y tomó mis manos, me sentí incluso a salvo con el roce de sus manos.

— ¿Qué dices, Joseph?— hablé apenas, pero miraba a sus ojos de forma fija— ¿Por qué quieres que me quede?— un sonido me sacó de su mirada y noté que era el bus— Me tengo que ir, iré a pasar la navidad con mis padres— Me estaba zafando del suave agarre de sus manos que estaban tibias, cuando sentí cómo me aferró a él para tomar mi rostro entre sus manos. Yo suspiré nerviosa, veía el vapor que se diseminaba entre aire que circulaba por nosotros.

— Perdóname Sloane. Necesito que te quedes conmigo, porque de lo contario sería un idiota—Él me acercó más a su cuerpo que estaba incluso más tibio que sus manos.

please don't say you love me ✨ Joseph QuinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora