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Narra Sloane:

Mi corazón comenzó a latir fuerte cuando lo vi, no estaba en mis planes hacerlo, la cosa evidentemente estaba algo fría entre los dos. Quería irme de ahí, pero sabía que debía ser más profesional y no dejar a un chico sin sus estudios. Aunque ver a Joseph siempre es lindo.

— Asumo que vienes por mi sobrino— Joseph me habló como si nada hubiera pasado— Claramente no me hice pasar por un niño— se ríe.

— Creo que sí— contesté— ¿Vas a dejarme pasar? —pregunté un tanto irritada, quizá esa mi método de defensa.

— Claro— Joseph se hizo a un lado, me parecía gracioso su look hogareño. Usaba un suéter de lana color verde, rojo y blanco, con un oso teddy bordado, buzo y zapatillas de casa, incluso me fijé en el diseño de sus calcetas, que tenían pingüinos por doquier— Yo pasé por su lado y me encontré con el chico, que asumí era Adam, el sobrino de Joseph. Al lado de él estaba su madre, que más de una vez la había visto.

— ¿Señora Imogen? — le sonreí y caminé para abrazarla.

— ¡Sloane! — ella aceptó mi abrazo— El maestro que le haría clases a Adam  nos llamó en la tarde, murió su madre y tuvo que volver a Liverpool. Una tragedia, no pensé que llegarías tú a la clase de mi Adam— Ella tomó mis manos— ¿Quieres un café, chocolate caliente, té? — yo me sonrojé ante la amabilidad de la señora. Joseph estaba en el sillón sentado, como si no le importara mi presencia en su casa, que era hermosa, por cierto.

— Claro, un café, aunque no quisiera ser una molestia— le sonreí y ella caminó hacia la cocina.

— Toma asiento querida...¿Cómo está Chris? ¿Joseph, por qué no vienes a tomar café con nosotras? — mi corazón comenzó a latir fuerte— Adam ya viene— hizo un gesto gracioso.

— No se preocupe— suspiré, aceptando el café con galletas que la señora Quinn tenía para mí. Si seguía sólo con café y galletas agarraría varios kilos extra hasta el año nuevo. Joseph se sentó al lado de su madre, quedando frente a mí, a veces me miraba de reojo y yo también hacía lo mismo, sabía que teníamos una conversación pendiente y quería evitarla en lo posible, pero si era la maestra de su sobrino, sería bastante imposible no dejar de toparme con él.

— ¿Y cómo está Chris?—la madre de Joe volvió a preguntar— ¿Joseph, no sabías que Sloane sería la maestra de Adam?— me causó gracia lo dispersa que es.

— Chris, supongo que está bien— contesté incómoda, tampoco era culpa de ella el no saber que mi relación con Christopher Wallace estaba más que acabada.

—No tenía idea mamá— Joseph respondió y se comió una galleta con forma de árbol de navidad y después dio un sorbo a su café.

— Joseph me contó que Cole y su novia se van a casar. Ya están todos los amiguitos de mi hijo muy grandes— ella sonrió y lo acarició, eso había sido bastante tierno de su parte. Es como si fuera un niño pequeño

— Yo soy la mejor amiga de Ellie y hoy me enteré— reí— Me alegro mucho por ellos— di un sorbo al café. Hasta que apareció Adam, cuando lo vi, imaginé a Joseph como a los trece o quince años, no sabía la edad exacta del chico, pero se me había muy parecido a él.

—Mira Adam, ella es tu nueva profesora de ciencias— la señora Quinn habló con entusiasmo a su nieto y él se acercó a mí.

— Hola Adam, soy tu nueva maestra, así que espero que nos llevemos bien— le sonreí y le extendí mi mano, él hizo lo mismo— Me llamo Sloane Hunter— él me sonríe de manera amigable.

please don't say you love me ✨ Joseph QuinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora