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Dos días después:

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Dos días después:

Narra Sloane:

— ¿Qué haces acá? No te das cuenta de que no tenemos nada que hablar...— Miré a Joseph, quien estaba en mi puerta.

— No me has dejado hablarte estos últimos días, no me has dejado explicar nada—me miraba triste, pero yo estaba demasiado dolida con él. No necesitaba sus excusas, Brionny me lo había confesado todo.

— No, no necesito que hables más. Brionny me lo dijo todo.

—¿ Que no entiendes que Chris no quiere que estemos juntos..?.— Joseph tomó mi mano— Yo te adoro, quiero estar contigo. ¿Vas a dejar que un simple malentendido acabe con esto?

— ¿Una simple malentendido? Brionny está embarazada y le he ayudado, ella tiene muchas cosas en las cuales pensar. No me haría algo tan feo como mentirme— me solté de su tacto, que era suave y cálido.

— Eres tan inocente, Sloane. Espero que nunca te arrepientas de esto— Joseph me miraba con lágrimas en sus ojos— Yo nunca he estado con ella, ni la conozco, pero tú te empeñas en creerle, sólo la conoces hace un mes o un poco más.

— ¿Y a ti? ¿Te conozco de toda una vida?— me crucé de brazos para hacerle esa pregunta dolorosa.

— Me conoces desde noviembre, sólo desde noviembre, pero eso basta para darme cuenta de que te quiero demasiado como para resignarme a perderte— me miraba con súplica, pero yo no podía caer sólo por su cara bonita y sus palabras, sabía que debía ser más fuerte que eso— Yo no tengo nada que ver con Brionny.

— No lo sé, necesito tiempo. Creo que todo ha pasado demasiado rápido— tragué saliva y suspiré— Mañana viajo a ver a mis padres. Tomé las vacaciones que me corresponden e iré a verlos, necesito descansar, cuando llegue , probablemente pensaré acerca de toda esta locura

— ¿Te vas, Sloane?¿Esa es tu única solución? — Joseph me miraba casi con burla.

— Pues sí, y no me quedaré porque me lo pidas— Evitaba mirarlo a los ojos.

— Sé que en el fondo piensas que yo no tengo nada que ver con Brionny, en el fondo sabes que Chris hace esto para separarnos. Creo que él ahora me odia, me ha amenazado...— juego con mis manos, mi corazón se acelera, Joseph da buenos argumentos, pero odio estar con la duda.

— Basta, Joseph...

— Él también me dijo cosas de ustedes, y por un momento las creí, por eso no llegué a ese jodido centro comercial. Y me arrepiento, pero sé que eres una mujer inteligente, que no serías capaz de volver con un tipo tan asqueroso como mi amigo— tenía razón, pero mi orgullo no me permitía ceder ante él. Porque dentro de mí, existía esa mínima posibilidad de que aquello fuera cierto, de que Joseph realmente se revolcaba con Brionny, y después el sufrimiento sería peor.

— No quiero escucharte más— Lo interrumpí— Estoy muy confundida

— ¿En serio quieres terminar esto?— tenía lágrimas en sus ojos, yo también quería llorar, porque era demasiado abrumador todo lo que sentía en ese momento.

— Nunca fuimos algo, creo que siempre tuviste miedo. Y ahora me dices esto porque te has visto en aprietos. Pero creo que hubieras dejado las cosas así tal cual.

— No te das cuenta de que Chris nos quiere separados, porque él ya sospecha que me gustas, él ya me amenazó. Se puso como un jodido demente— Sabía que Chris podría haberle dicho aquello, sabía que a veces se olvidaba de los límites.

— Como sea, Joseph. Yo iré a ver a mis padres sí o sí, y esta vez no me vas a parar como la noche antes de navidad. Ahora pasaré el año nuevo con ellos, y no sé si volveré días o semanas, o si simplemente después sólo venga a buscar mis cosas— Caminé hacia la puerta— Es mejor que dejemos todo— Metí mi mano al bolsillo y saqué la cadena que me había regalado, junté mi mano con la suya para traspasarla a su palma. 

— ¿Es necesario que hagas eso?—Vi cómo su mejilla derecha comenzaba a humedecerse por el llanto incipiente— Te la regalé con todo mi cariño.

— Es mejor así— tragué saliva, estaba al borde de llorar— Quizás lo tomamos demasiado rápido.

— Respetaré todo lo que me dices— Joseph aceptó la cadena—Pero si vuelves, y yo no estoy, o si simplemente no estoy interesado en rogarte cariño, entonces me vas a perder para siempre—  me habló molesto.Me sentía mal, porque estaba en el limbo entre arriesgarme o perderlo todo.

— No te preocupes, es mejor que no me busques cuando vuel.a— tragué saliva— Ahora vete Joseph-

Dos semanas después:

— ¿Este niñito es?— mamá me mostró la pantalla de su teléfono móvil, donde había buscado Joseph Quinn por google.

Justamente no guardó su mejor foto, mamá era bastante conservadora, y no encontraría de lo más decente a un chico que hace gestos extraños en algunas entrevistas.

— Bueno sí, es él— sonreí nerviosa.

— ¿Y por qué actúa así?— mamá miró extrañada— Tienes mal ojo para los hombres.

— Mamá...con él ya no pasa nada. No debes preocuparte por mí— tomé de la taza de café.

— Es un chico lindo, pero...no muy decente— puse mis ojos en blanco.

— Es muy decente, es un tipo espontáneo, sólo es eso— corregí a mamá— Pero ya basta de preocuparte— sonreí a la fuerza.

— Estoy feliz de tenerte en casa— mamá tomó mis manos— El tiempo ha pasado rápido, ya llevas dos semanas con nosotros. ¿Cuándo piensas volver?

— No lo sé, quizás en un mes más, Aún estamos en enero— sonreí y mamá también lo hizo.

—Me gusta tenerte en casa. Lo sabes—la mujer hace una pausa— Iré con tu padre al cementerio, ¿Nos vas a acompañar?— yo miré al piso, jamás la había ido a ver. No era lo suficientemente fuerte como para poder visitar su sepultura.

— No creo que pueda ir— tragué saliva y miré la hora— Creo que es mejor que vuelva a la cama — me paré del sillón y subí hasta mi habitación, que estaba casi al final del segundo piso, la ventaja es que tenía un ventanal gigante donde podía observar el inmenso jardín de rosas que teníamos. Me senté en la cama a revisar Twitter, la red social que a veces ocupaba un poco más. Me puse a revisar algunas tendencias, y mi corazón se aceleró cuando leí: Joseph Quinn.

Genial, la gente lo está cancelando— Pensé y sentí miedo de que eso pasara. Esas cosas pasan todo el tiempo.

Me metí a ver algunos portales de noticias, donde se podían apreciar algunas fotografías de Joseph caminando junto a su madre y Adam por el barrio. Su escape había fracasado, los medios ya lo habían descubierto. Ver su rostro angelical en aquellas fotos me hizo sentir un nudo en el estómago, no podría negar que lo extrañaba, extrañaba su compañía y sus risas.

 Ver su rostro angelical en aquellas fotos me hizo sentir un nudo en el estómago, no podría negar que lo extrañaba, extrañaba su compañía y sus risas

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please don't say you love me ✨ Joseph QuinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora