Abrumado por la fama, Joseph Quinn, quien dio vida al entrañable Eddie Munson en Stranger Things, vuelve a su barrio de la infancia en su querido Londres, lugar en el cual, viven sus mejores amigos, que de una u otra forma, lo llevan a meterse en en...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narra Sloane:
Me sentía mal por hacer eso, pero no iba a dejar a Joseph por irme donde Chris al primer llamado. Él podía desaparecer a sus anchas, y yo tenía esperarlo como un perro a su amo.
— Si quieres voy a dejarte a casa, para que no estés preocupada— Joseph me miró nervioso, como si en el fondo no supiera qué hacer conmigo— Pasé a escuchar lo que te dijo Chris.
— Sí, pero tranquilo, porque yo... Yo no quiero irme de acá — tragué saliva— estoy bien contigo— le sonreí, pero bastante nerviosa, mis músculos faciales los sentía rígidos, tenía tanto miedo de lo que Joseph pudiera decirme.
— Bueno, a mí también me gusta estar contigo — él miró al río— Me haces sentir cómodo y eso es bueno, porque cuesta encontrar ese tipo de gente.
— ¿Puedo hacerte una pregunta? — lo miré fijamente y él hizo lo mismo.
— Claro— Me dedicó sus dientes perfectamente alineados.
— ¿Por qué estás acá? — humedecí mis labios, aquella pregunta estuvo al borde de lo incómodo., o eso creo, no quisiera meterme con su vida privada.
— Bueno, hay varios motivos, pero necesitaba un descanso y para que veas que el amor a no todos se nos da fácil, mi novia de hace bastantes años, me engañó. Aquello fue un gran escándalo, yo asistía a muchas cosas con ella, incluso estábamos comprometidos— Él miró triste al piso— Me engañó, no le importó lo mucho que la amo— aquello se sintió como un cuchillo caliente en mi pecho. Joseph estaba enamorado de alguien— Y yo no pude soportar seguir así, razón por la cual me vine a Londres, pues acá nací y me crie. Pretendo estar un par de meses y volver a Los Angeles, allá tengo mi departamento de momento, tengo un par de proyectos, no puedo dejar Estados Unidos, no de momento— él volvió su vista al piso y yo me acomodé.
— Eso es una historia muy triste— Yo no entendía cómo alguien podría engañarlo, Joseph era una buena persona. Aunque eso no quiere decir que sólo las malas personas merezcan ser engañado, nadie lo merece.
— Sí, pero bueno. Estoy feliz solo, creo que me haría bien pasar un tiempo soltero. A todos les llega la soltería en algún momento—largó una risita y yo me sonrojé. Pues estaba en pareja y sabía que aquello podría pasarme.
— Pues si supieras que, para mí, la soltería está a la vuelta de la esquina— reí— Este último tiempo, las cosas con Christopher han empeorado y es que por más que quiera cambiar la situación, no puedo, porque siento que...— me cuesta seguir.
— Sientes que... — Joseph quería que siguiera.
— No sé si deba decirlo, Chris es tu amigo, tu mejor amigo— lo miré a los ojos y él me miró fijamente, así pasaron cinco segundos, cuando pude hablar— Y no quiero que pienses que hablo mal de él, ni nada por el estilo.
