Abrumado por la fama, Joseph Quinn, quien dio vida al entrañable Eddie Munson en Stranger Things, vuelve a su barrio de la infancia en su querido Londres, lugar en el cual, viven sus mejores amigos, que de una u otra forma, lo llevan a meterse en en...
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Narra Sloane:
— Ya vuelvo, iré al baño— hablé cuando Joseph ya había desaparecido de las miradas, no podía dejarlo ir esa noche. No podía arriesgarme a quedar sola como mil veces me había pasado.
Crucé la pista donde muchos bailaban, unos pocos se toqueteaban y otros se besaban, así eran las cosas en ese lugar. Me costó pasar entre las personas, era como un mar fuerte, que te atrapaba y no te dejaba salir a flote, pero cuando sentí el frío de la puerta de salida me sentí aliviada, miré a los hombres de negro, altos, como si aquello se tratase de lo más elegante en fiestas, cuando sólo iba gente normal, sin hacer diferencias de clases sociales, lo cual me parecía bueno. No era de esos lugares donde sólo aceptan a personas sofisticadas.
Logré salir a la calle, donde aún sonaba la música del bar y había luces de navidad por doquier, había gente que se arriesgaba a salir con sus vasos helados ante el frío de la nieve, y después de fijarme en todo eso, divisé una bufanda roja y su cabello que caía por su frente, corrí, él sólo se alejaba y no había forma de hacerle notar que yo iba como una estúpida detrás de él. Sólo me quedaba una opción, que por mucho que no quisiera tomarla, tenía que hacerlo. Cerré mis ojos y grité: Joseph.
Él se dio la vuelta y se encontró conmigo, en una mirada incomprendida, yo estaba nerviosísima con ese actuar, pero no iba a dejarlo ir, porque el único que debía irse de aquel lugar, era mi ex novio.
— ¿Por qué te vas?—le pregunté nerviosa y él rascó su nuca.
— Sloane...es mejor que me vaya, mamá me llamó y es mejor que vuelva a casa. Puede que necesite algo.
—No te creo, tu sobrino no está enfermo, así que debes inventar una mejor excusa— Lo tomé del brazo, como él lo hizo mil veces. Joseph me miró sorprendido, es probable que no se lo esperara.
— Sloane... no quiero problemas con Christopher— tragó saliva y miró al cielo— No me siento cómodo, somos amigos, pero no podré acercarme más de la cuenta, no podré abrazarte, no podré reírme contigo, no puedo hacer nada eso y me muero por hacerlo,Chris es tu ex novio y...— suspiró.
— Creí que por lo mismo te quedarías — lo solté y me crucé de brazos—Sabes que Chris me dejará sola, además yo no quiero estar con él. Eres mi amigo, no veo lo malo, pero bueno, si quieres ir a casa y descansar es tu opción, yo no tengo ganas de insistir— Ambos seguíamos mirándonos, hasta que escuché un ¿Sloane?
Narra Joseph:
No sabía qué responder, ambos miramos hacia el lugar de donde provenía esa voz, cosa que nos tenía bastante nerviosos, porque nos dimos cuenta que allí estaba Christopher.
— ¿Sloane? ¿Joseph? ¿Por qué están acá? Pensé que te ibas...—Chris estaba de brazos cruzados, esperando casi una respuesta inmediata. No sabíamos qué demonios responderle.
