C: 49 - ERROL

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La Madriguera-

-Ginny Weasley se encontraba en un profundo sueño, uno que para ella le resultaba hermoso; Era una jugadora profesional de Quidditch. Era una estrella, la mejor de su equipo, todo era increíble.

Al menos hasta que escuchó en su subconsciente como alguien tocaba la puerta a mitad del partido de Quidditch con el que soñaba. ¿Cómo es que...

Volvió a escuchar los toques en su puerta, y Ginny Weasley no pudo evitar abrir un ojo, ¿y ahora qué pasaba?-

Molly: Ginny, cariño. -gritó su madre desde el otro lado de la puerta-

-La pelirroja rodó los ojos, ignorando a su progenitora e intentando volver a dormir, pero nuevamente los golpes a su puerta se habían presentado.

Esta vez abrió ambos ojos. Ahora estaba de mal humor, preguntándose ¿qué es lo que quería su madre a esa hora para que no la deja dormir en paz?

Con un poco de brusquedad, quitó su cobija de encima y se puso de pie, saliendo de su preciada cama, y caminando hacía la puerta. Apenas la abrió, vio a su madre, sonriendo de esa forma maternal que siempre tenía.

Ginny no tenía la misma expresión, ella la miró con una combinación de enojo y confusión-

Ginny: ¿Qué pasa, mamá? -preguntó frotando sus ojos, evitando que su madre observará su mal genio-

Molly: Te llego una carta. -respondió, alzando su mano-

-Y era cierto, en la mano de la pelirroja mayor había un sobre. Solo bastó para que Ginny observará la marca de cera para que supiera a qué familia le pertenecían esas firma en el sobre, e inmediatamente abrió sus ojos como platos, arrebatandole la carta a su madre-

Molly: El sobre se ve muy importante. ¿De quién es?

Ginny: De los Greengrass, mamá. -murmuró abriendo el sobre-

Molly: ¿La familia Greengrass? -preguntó sorprendida- No sabía que tenías conexiones con esa familia, Ginny. ¿Cómo es que...

Ginny: Me llevo con sus tres hijos, mamá. No es para tanto.

-Estaba más ocupada en sacar la carta y poder leerla, que de analizar en qué estaba respondiéndole a su madre-

Molly: Ohh, ¿y qué dice? -preguntó curiosa-

Ginny: No lo sé.

-Al sacar por fin la carta, Ginny extendió el papel y empezó a leerlo. Y otra vez, estaba tan metida en su mundo y en de quién podría ser la carta, que se olvidó de su madre, a tal punto que empezó a leerla en voz alta-

Ginny: "Querida Ginny, espero estés teniendo unas buenas vacaciones. Sabemos que querías estar en casa con tu familia, pero también queríamos invitarte a pasar una semana en la mansión Greengrass. Nuestros padres nos otorgaron el permiso a Astoria y a mi de hacer una pijamada de una semana entera, y queríamos invitarte a ti y a las chicas... Posdata, mi hermano también estará en casa, para que tengas más ánimos de venir. Te esperamos en dos días en nuestra mansión. Atentamente, Daphne Greengrass".

-Ginny sonrió al leer que Benjamín también estaría en la mansión mientras la pijamada de una semana estaba. Pensó en que claramente quería ver a ese rubio presumido-

Molly: Que increíble. -expresó su madre, regresandola a la realidad- Tu primera salida con amigas, Ginny.

Ginny: ¿Qué?

Molly: ¿Vas a ir? -preguntó emocionada-

Ginny: Bueno, no lo sé. ¿Puedo ir? -preguntó mirando a su progenitora-

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