C: 86 - LES ECHARÍA PORRAS DESDE AFUERA DE LA HABITACIÓN

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Narra Ginny:

Ben: ¿Qué hacemos en tu habitación? -preguntó una vez llegamos aquí-

Ginny: Te dije que quería enseñarte una corbata. -sonreí-

Ben: Creí que me la enseñarías en mi habitación. Tengo una nueva que compre antes de venir, es de seda y...

Ginny: Franklin. -sonreí divertida- No estaba hablando de literalmente enseñarte corbatas.

Ben: ¿Ah no? -ladeo la cabeza-

Ginny: No. -lo miré con ternura-

Ben: ¿Entonces?

Ginny: Quería enseñarte... como quitarme la corbata.

-El chico se quedo confundido un rato, parecía no captar la indirecta, pero en el momento que jale su corbata hacía mi y lo bese, sonrió-

Ben: Creo que logró entender por fin a qué te refieres.

Ginny: Aleluya. -miré al techo-

Ben: Cállate y quítate la ropa, pelirroja.

Ginny: Por Merlín. -lo miré sorprendida-

Ben: Haz lo que te digo. -me miró mientras cerraba la puerta con seguro-

-Asentí quitándome la túnica de inmediato, y apenas empecé a desabrochar los botones de mi camisa, mi rubio empezó a apuntar con si varita a la puerta probablemente haciendo los hechizos silenciadores.

Cuando me di cuenta, ya estaba completamente desnuda, así que me acerque a Benjamín quien seguía de espaldas a mi, y lo abrace por detrás. Sentí como tembló un poco al tocar mi brazo, y al girarse, sonrió-

Ben: No puedo creer que seas mi novia. -sonrió maravillado-

Ginny: Deberías, porque lo soy. -me pegué a él- Ahora, ¿quieres por favor quitarte la ropa? También quiero verte sin nada.

-Benjamín asintió sonriendo y empezó a desabotonar su camisa mientras yo le quitaba la túnica.

Estaba ya de la cintura para arriba sin nada, pero ya me llevaba con una mano en el pecho directo a la cama, donde al llegar a la orilla, caí sentada en esta y de nuevo con un pequeño empujón con su mano en mi pecho, hizo que me recostara boca arriba.

El rubio sonrió y empezó a desabrochar su cinturón bajo mi atenta mirada, era increíble todo lo que ocultaba aquel pantalón, porque una vez se lo quito con todo y ropa interior, me di cuenta de que mi querido novio estaba más que exitado desde quien sabe qué tiempo.

Lo último que vi antes de perderme en la lujuria, fue al rubio llegando a mi mientras abría mis piernas y sonreía posicionando su pene en mi entrada. Pero antes de que lo hiciera, lo detuve-

Ginny: ¡Espera!

Ben: ¿Qué pasa? -preguntó asustado-

Ginny: No tienes los preservativos que te dio tu padre.

Ben: Ah, eso. -suspiro aliviado- Creo que traigo un paquete en mi pantalón.

Ginny: Pues ve, ya. No te esperare todo el día con las piernas abiertas. -rodé los ojos-

-Benjamín sonrió y asintió para ir en busca de su pantalón. Busco de inmediato entre sus bolsillos hasta que sacó un preservativo el cual abrió con precaución y sacó el condón.

Se lo puso frente a mi, mientras se masturbaba un poco y no pude evitar sentir la sangre hirviendo llegar a mi vientre. Aquella imagen era en serio excitante. Y cuando lo vi subir de nuevo a la cama y posicionarse una vez más en mi entrada, sonreí-

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