C: 64 - FRANCIA

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Francia-

Mansión del abuelo Greengrass-

Daphne: No puedo creer que al fin estemos aquí. -sonrió emocionada-

-Estábamos apenas bajando del carruaje, pero Daphne ya estaba más que feliz de estar afuera de la mansión del abuelo, en la gran mansión Greengrass.

Papá y yo bajabamos las cosas mientras que mi madre, Astoria y Daphne sonreían y miraban la casa con alegría. A esas tres les encantaba estar aquí, mamá hablaba con su prima cuñada, mi tía Brenda, quien es prima hermana de mi padre y quien cuida a mi abuelo mientras nosotros estamos en Londres.

Y las chicas, ellas son felices paseando en la ciudad, de compras y divertirse en la mansión junto a nuestra prima Leila, quien tiene la misma edad que Daphne y que yo, pero aún así se lleva increíble con Astoria. Leila es hija de mi tía Brenda, también vive aquí, estudia en Beauxbatons y es una linda y rubia chica de una estatura más baja que yo-

Gareth: Bien, aquí estamos. -sonrió mirando la mansión con los baúles en mano-

Ben: Sinceramente siento un pequeño dolor en el pecho al saber que estamos aquí porque el abuelo está enfermo. -hice una mueca-

Gareth: Lo sé, yo también. Pero aún así no quiero que tu abuelo se preocupe, quiero que se olvide de su enfermedad y pueda convivir con nosotros, que hagamos nuevos recuerdos.

Ben: Me encantaría ayudarte y pasar tiempo con el abuelo, padre.

Gareth: Ese es mi muchacho. -sonrió- Ven, alcancemos a esas mujeres antes de que agarren vuelo con Brenda y Leila. -rió bajo-

-Sonreí rodando los ojos porque probablemente ya habían hecho eso. Aún así, empecé a caminar con los baúles en mano al igual que mi padre y cruzamos el gran camino de la entrada, un gran y verde pastizal, en medio un camino de rocas que nos guiaban a la puerta principal.

Apenas llegamos fuimos recibidos por Awon, el elfo doméstico de la familia Greengrass. Un elfo con la cara arrugada y pocos pelos en la cabeza, vestía con un trapo blanco, a diferencia de otros elfos que estaban sucios, Awon no estaba así, le encantaba mostrarse reluciente y aunque mi abuelo le había dicho que si quería irse no habría problema, el elfo se puso a llorar y se aferro a su pierna diciéndole que no quería dejarlo, que era feliz sirviendo a la amada familia Greengrass, y bueno, el elfo se quedo.

Ahora todos lo amábamos y siempre fue tratado con respeto, era como un miembro más de la familia y eso a Awon le hacía feliz-

Awon: Amos Greengrass. -sonrió al vernos- Awon esta feliz de verlos otra vez.

Gareth: Hola, amigo. -sonrió-

Ben: Hola, Awon. Veo que sigues siendo un elfo limpio. -sonreí-

Awon: Awon apenas supo que los amos vendrían, se baño y se puso su mejor prenda. -sonrió- Dejen que Awon los ayude con el equipaje.

Gareth: Gracias, Awon. Déjalas en nuestras habitaciones, como siempre. -sonrió-

-El elfo asintió y tanto papá como yo dejamos los equipajes en el suelo-

Ben: Awon, ¿sabes dónde está mi abuelo, mi tía y mi prima? -pregunté curioso-

Awon: El amo Greengrass esta en su despacho, la ama Brenda esta en el patio trasero tomando el té junto a la ama Leila. -sonrió- Las amas Daphne y Astoria ya fueron con ellas, y la ama Astrid paso a la cocina.

Gareth: Gracias, Awon. -sonrió- Puedes irte.

-El elfo asintió feliz y con un chasquido desapareció junto a todos los baúles. De inmediato miré a papá-

Gareth: Iré a ver a tu tía y a tu prima, las voy a saludar antes de ir con tu abuelo.

Ben: Bien, yo iré con el abuelo. Así aprovecho a hablar con él antes de que se encierren y empiecen a contar sus historias de cómo les ha ido en la vida sin mi.

-Papá rió divertido y me miró-

Gareth: Si quieres ven conmigo a saludar a tu tía y tu prima. Después vamos juntos y nos encerramos con el anciano para contarnos sobre cómo va nuestra vida. -sonrió- ¿Qué dices?

Ben: Eso sería increíble. -sonreí emocionado-

-Me agradaba saber que papá ya me veía como un hombre, como alguien que estaba creciendo y no como un niño.

Esto significaba mucho para mi, definitivamente era mi momento para demostrar que ya estaba en la edad correcta para hablar de todos los temas que ellos quisieran hablar conmigo.

Así que junto a papá caminé en dirección al patio trasero donde apenas cruzamos, vimos a un montón de tres rubias y dos mujeres de cabello castaño oscuro.

Mi tía, mi prima, mi melliza, mi madre y mi hermana menor estaban aquí frente a nosotros, y apenas nos vieron, sonrieron-

Daphne: Les dije, aquí están. -sonrió-

Brenda: Oh por Merlín. -sonrió asombrada- Que grande esta mi pequeñito. -se puso de pie y llego a mi, abrazándome con fuerza-

Ben: Hola a ti también, tía Brenda. -sonreí rendido-

Brenda: Mirate, ya eres todo un hombre. -sonrió una vez se separó de mi- Te pareces mucho a tu padre cuando tenía tu edad. -miró a mi padre- Hola, Gar. -le sonrió-

Gareth: Bre. -sonrió- Un placer volver a verte.

Brenda: Lo mismo digo. Definitivamente hiciste un buen trabajo con este pequeño hombrecillo. -sonrió mirándome- Es tan apuesto, ahora entiendo por qué esa pelirroja se muere por ti.

-Mire de inmediato a mis hermanas quienes reían divertidas por lo que estaba pasando-

Astoria: ¿Qué? Solo le dijimos lo que quería saber. -sonrió con inocencia-

Leila: Así que mi primo adorado ya tiene novia. -sonrió acercándose a mi-

Ben: No es mi novia. -rodé los ojos-

Astrid: Aún. -sonrió desde su asiento-

Ben: Mamá. -la mire mal-

Astrid: ¿Qué?, es verdad. -se encogió de hombros-

Ben: Ya qué. -rodé los ojos- Hola, insecto. -sonreí a mi prima- Veo que alguien también ha crecido y ha cambiado un poco.

-Y era cierto. La niña que recuerdo ya no estaba. Ahora frente a mi estaba una chica rubia de cabello ondulado y sonrisa perfecta, junto a esos ojos azul grisáceos que eran característicos en la familia Greengrass.

Y también estaba un poco más alta, no a mi altura, pero si que dejo de ser una enana-

Leila: Hola, garrapata. -sonrió abrazándome-.







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