C: 52 - LAS SEIS Y MEDIA

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Mansión Greengrass-


Ginny: ¿Y? ¿Cómo me veo? -pregunté saliendo del vestidor de Daphne-

-Las chicas estaban ayudándome a verme increíble para mi cita con Franklin. Tenía un vestido café oscuro, casi negro, pegado. Marcaba perfectamente mi cuerpo y mi cintura, incluso sentía mis pechos muy marcados.

Las chicas me miraron con una enorme sonrisa y se acercaron a mi. Daphne agarro mi mano y me dio una vuelta en mi mismo eje haciendo que las chicas aplaudieran y yo sintiera un poco de vergüenza-

Daphne: Estás lista, chica. -sonrió orgullosa-

Astoria: Ese vestido te queda demasiado genial. -me sonrió- Si Beni no te dice un cumplido por ese vestido, lo mató. -sentenció con el puño en el aire-

-Yo reí, me sentía feliz de que las chicas quisieran darme todo su apoyo, incluso amenazar si Franklin no me trataba bien, aún cuando dos de mis amigas eran sus propias hermanas.

Suspiré mirándome al espejo, de verdad que me veía hermosa. El vestido era lindo, super elegante pero con un estilo rebelde y coqueto. Sonreí al verme de esta forma, jamás creí que tendría una cita, y menos con Benjamín Franklin Greengrass-

Hermione: Ya casi son las siete. -dijo llamando mi atención-

Daphne: Debes irte. Seguramente te estará esperando abajo. -sonrió-

Pansy: Uh, espera.

-Yo miré a la pelinegra quien se acercó a mi y sentí como colgó algo en mis orejas. Después se alejo un poco y me sonrió alzando sus pulgares en el aire-

Pansy: Listo, esos aretes son el complemento perfecto para ese vestido.

Astoria: Te ves hermosa, Ginny. -sonrió con ternura- Eres hermosa. Siempre.

Ginny: Gracias chicas, por todo. -miré a las cuatro-

Hermione: Diviértete, te estaremos esperando aquí. -dijo dándome un abrazo- Sé tu misma, ¿si?

-Yo asentí-

Daphne: Bueno, sal de esta habitación y ten la mejor noche de tu vida con mi hermano mellizo. -dijo abriendo la puerta- Crecen tan rápido. -dijo secándose lagrimas falsas-

Astoria: Anda, ve. -dijo haciendo un ademán con sus manos mientras señalaba la puerta-

-Yo miré a las chicas y asentí. Salí de la habitación y las chicas cerraron la puerta. Escuche un pequeño grito de emoción en la habitación de Daphne y solo reí por lo exageradas que eran.

Aún así, suspire y miré hacía el frente. Estaba a punto de caminar hacía las escaleras cuando sentí como mi cuerpo se llenaba de nervios.

Tome una bocanada de aire agarrando valor y caminé hacía las escaleras. Baje escalón por escalón hasta que llegue al último. Pude ver la sala principal frente a mi, y en ese momento vi esa cabellera rubia que por alguna extraña razón me empezaba a emocionar ver.

Franklin estaba sentado leyendo un libro, estaba con un pantalón de vestir, una camisa y una chaqueta, los tres conjuntos negros. Estaba perfectamente peinado como siempre lo estaba. Sentí más nervios de solo verlo de esa forma, pero tenía que ser fuerte así que carraspee mi garganta llamando su atención y fue entonces donde el rubio alzó su vista y me miró.

Vi como dejo su libro de inmediato y lo dejo a su lado, se puso de pie y camino hacía mi con una sonrisa mezclada con sorpresa. Cuando quedó frente a mi, tomó mi mano y beso mis nudillos mientras me veía con una sonrisa-

Ben: Siempre supe que eras hermosa. -sonrió-

Ginny: También te ves muy guapo, Greengrass. -sonreí sintiendo mis mejillas arder-

Ben: Gracias. -sonrió- ¿Qué haces aquí? Te dije que iría a buscarte a las siete.

Ginny: ¿Qué hora es? -pregunté confundida-

Ben: Las seis y media. -rió-

-Yo gruñi recordando como Hermione había dicho que ya casi eran las siete, de hecho por eso mismo las chicas me habían sacado de la habitación. De haber sabido que aún faltaba media hora hubiera podido idear un plan para evitar cometer cualquier tontería en nuestra cita.

Pero ese ya no era el caso, ya estaba junto a Franklin y debía proseguir e improvisar. Solo espero que todo saliera bien-

Ben: Te ves hermosa con ese vestido. -me miró de arriba hacía abajo-

Ginny: Gracias, Astoria dijo que sería una buena arma mortal. -dije recordando sus palabras-

-Benjamín rió y rodó los ojos con diversión-

Ben: Definitivamente mi hermanita tiene buenos gustos para los vestidos. Pero espero puedas volar sin incomodidad.

Ginny: ¿Qué? -pregunté sorprendida-

Ben: ¿Quieres ir así?

-Yo asentí-

Ben: Bien, como tu digas. -sonrió- Dada las circunstancias creo que lo mejor será irnos ya. -dijo estirando su mano hacía mi- ¿Nos vamos ya, señorita? -preguntó haciendo una pequeña reverencia-

-Yo asentí sonriendo y acepte su mano con otra pequeña reverencia. Benjamín rió y fue entonces donde ambos empezamos a caminar a la puerta de la mansión Greengrass.

Al salir, vi como Benjamín agarró una escoba y la puso frente a nosotros. Vi que era una Saeta de fuego, me sorprendí tanto al verla tan de cerca. Instantáneamente miré al rubio que veía con una sonrisa a la escoba-

Ginny: ¿Pero qué...

Ben: Te dije que tendríamos una cita, comadreja. -me sonrió- Y es allá donde te llevaré.

-Yo miré sorprendida a Benjamín quien se subió a su escoba y me miró con una sonrisa-

Ben: ¿Vienes?

Ginny: ¿A dónde iremos?

Ben: Es una sorpresa.

Ginny: ¿Y cómo sé que puedo confiar en ti? -pregunté divertida-

Ben: No lo sé, solo atrévete. Verás que será increíble.

-Yo suspiré rendida y me senté de lado en la escoba, detrás del rubio. Franklin apenas dio un golpe en el piso la escoba empezó a levitar y no pude evitar agarrarme del abdomen de Benjamín quien rió un poco por mi acción, yo solo le di un pequeño manotazo en su espalda logrando un quejido de su parte-

Ben: Auch, que delicada. -dijo mientras sobrevolabamos la mansión-

Ginny: ¿A dónde vamos? -pregunté sonriendo al sentir el aire en mi rostro-

Ben: Ya te dije, pelirroja. Es una sorpresa.

-Y después de ese comentario, Benjamín empezó a volar sin decir una palabra más. Yo estaba aferrada a su abdomen mientras veía el paisaje. Era hermoso, se podía ver todo desde la distancia en la que volabamos y el viento era increíble-.






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