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♡◞ chapter five 𓂃 jude + leah = besties! 🎀🧸 el desconcierto de isa
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Al día siguiente que Leah se levantó, casi se le sale el alma cuando abrió los ojos y lo primero que vio fue la figura de Isabella sentada al borde de su cama.
Se reincorporó de inmediato, observándola como si hubiese visto un fantasma. Esta no hizo más que regalarle una sonrisa a la par que agitaba su mano de lado a lado en forma de saludo.
Con solo verla, se sentía culpable. Y eso que aún no había hecho nada realmente.
— ¿Qué onda, Lee?
— Hola. —respondió a su saludo, incómoda. La rubia frunció el ceño con extrañeza.
— ¿Y a vos qué te pasa? Estás re rara.
— ¿Yo? —se señaló a sí misma, haciéndose la desentendida— No, para nada. Ja, ja.
Su amiga entrecerró sus ojos como si la estuviera juzgando, a lo que esta tragó saliva nerviosa.
— Bue, si vos decís. —le restó importancia al asunto, aliviando a la contraria— Saldré un rato a dar vueltas por ahí, ¿querés venir? Lu no está, así que capaz te aburras acá sola, solín, solita. No sé.
La croata rodó los ojos con diversión, soltando una risita. Sabía que si se negaba se vería más sospechosa, por lo que se vio obligada a aceptar.
— Dale, te espero.
Y dicho esto, se fue.
Con mucha pereza, Leah se levantó de su cama y fue directo al baño para hacer de sus necesidades, bañarse y lavarse los dientes. Una vez completó el proceso, volvió a su habitación para arreglarse.
No se demoró mucho escogiendo qué elegir, ya que sinceramente le daba igual cómo se viera esa mañana, lo cual era bastante extraño en ella. Optó por un maquillaje muy natural para no esforzarse mucho, y finalmente agarró un bolso y salió de su habitación para ir a donde estaba su amiga.
Sus amigos, por suerte, ya le habían devuelto su auto y las otras cosas que le habían agarrado. Estaba muy molesta con ellos y ni siquiera quería hablarles, pero al menos tenía sus cosas devuelta.
Ambas féminas salieron del apartamento y agarraron el ascensor para dirigirse hacia el sótano. Una vez allí, buscaron el auto de la castaña y se dirigieron hacia este para subir.
Esta no tardó en arrancar, preguntándole en el acto hacia dónde quería ir.
— Y no sé. —confesó ella— Solamente quería salir y distraerme, pero no tengo idea.
