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La música retumbaba en la casa de Vini, las luces estroboscópicas iluminaban el ambiente festivo y las risas llenaban el espacio. Jude y Leah se encontraban en medio de la emoción.
Sin pensarlo dos veces, se escabulleron hacia el baño en un instante de intimidad. Pero justo cuando salían, tuvieron la mala suerte de que alguien los descubriera. Las cejas de Toby se elevaron, revelando su conocimiento de lo sucedido.
Él, con una sonrisa burlona, cruzó los brazos sobre su pecho y los miró fijamente.
— ¿Salida secreta del baño, eh? —molestó en tono juguetón.
Jude y Leah intercambiaron miradas nerviosas, buscando una explicación que evidentemente no conseguirían.
— ¿Qué puedo decir? A veces, las personas solo buscan un momento de paz en medio de tanto caos. —bromeó Jude, tratando de disminuir la tensión.
Ella, por su parte, estaba visiblemente avergonzada y roja como un tomate, sabiendo que su amigo no dejaba escapar ni un solo detalle.
— Oh... Eh... Solo estábamos...
— Hablando. —continuó Jude, tratando de sonar firme— Sí... solo hablábamos.
— ¿En el baño? —interrogó Toby, manteniendo su sonrisa traviesa.
Jude y Leah se volvieron a mirar, cada uno esperando que el otro encontrara una respuesta convincente. Al cabo de unos segundos, Jude puso su mejor cara de inocencia y dijo:
— Solo estábamos buscando privacidad para poder hablar.
Toby soltó una risa irónica y movió la cabeza en señal de incredulidad.
— Salen juntos del baño en una fiesta y esperan que crea que estaban jugando a las cartas, ¿no? —en ese momento, Leah abrió la boca para protestar, pero el contrario fue más rápido y se apresuró en hablar— Está bien, lo que sea que estuvieran haciendo, no tengo intención de conocer los detalles. Pero, Leah, quería decirte que Pedri también está aquí. Por si quieres ir a saludarlo, ya sabes.
Leah se sorprendió al escuchar el nombre de su exnovio y su mirada se desvió rápidamente a Jude, como si estuviera en busca de aprobación. La expresión de Jude se endureció ligeramente, mostrando su disgusto por la presencia de Pedri. No es que le cayera mal, pero tampoco podía decir que era la persona que más quería ver en ese momento.
