☆ forty-four.

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♡◞ chapter forty-four 𓂃 El Clásico 🎀🧸

#5 en el campo, #1 en mi corazón

#5 en el campo, #1 en mi corazón

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Jude.

Honestamente, ya no sé qué hacer. Leah y yo llevamos más de media hora jugando con Beni para agotarlo y que finalmente se vaya a dormir, pero nada parece resultar.

Bauti incluso ya está descansando tranquilamente en su cuna, pero su hermano parece tener energía ilimitada.

— Leah, ¿no tienes un sedante o algo? —me dirigí a ella en un susurro, mirándola con cara de sufrimiento, como suplicándole que me ayudara a quitarme a Beni de encima, quien me zarandeaba como si yo fuera una maraca navideña.

Leah me dirigió una mirada apenada y se rió por lo bajo, acercándose para alejar a Beni de mí y llevárselo cargado hacia la otra esquina de la habitación.

Dios escuchó mis plegarias. Me permití suspirar de alivio, caminando hacia la cama y dejándome caer de espaldas.

¿Cómo es que este niño no se cansa? ¿Qué toma en su biberón? ¿Redbull con Coca Cola?

— ¡Vamos a jugar afuera! —escuché gritar a Beni, mientras Leah intentaba persuadirlo para que se durmiera. A pesar de nuestros esfuerzos por cansarlo, parecía tener una energía inagotable.

— Beni dice que quiere ir a jugar afuera.

Desesperado por encontrar una solución, me levanté de la cama y me acerqué a Leah.

— Oye, debemos encontrar ya una forma de agotar a Beni. No puedo más, necesito dormir.

Ella suspiró y me miró comprensiva.

— Estoy agotada también, pero tenemos que seguir intentándolo. Quizás un poco de actividad al aire libre pueda funcionar, ¿quién sabe?

Sin muchas opciones, nos dirigimos al jardín. Beni corría de un lado a otro, saltando obstáculos imaginarios y riendo sin parar. Intentamos jugar con él, haciendo carreras y juegos de persecución, pero el niño seguía lleno de energía.

— En serio, Leah, ya no aguanto. —le dije, soltando un suspiro de cansancio— Yo tengo mucha paciencia y lo sabes, pero Beni ya me llevó a mi límite.

— Dímelo a mí. —murmuró en respuesta, cruzándose de brazos sin despegar la mirada de Beni— No fue agradable tener que limpiar el desastre que dejó hace un rato en la cocina por culpa del descuido de alguien. —Leah hizo énfasis en la última palabra, girándose para clavar sus ojos en mí. Yo solté una risita nerviosa— Solo tenías un trabajo en lo que yo iba a dormir a Bauti, Judy.

kill my mind ★ jude bellingham. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora