Comenten mucho!! Siento que me quedó interesante x2
♡◞ chapter nine 𓂃i know that you're hiding something from me 🎀🧸 toby, mikey y owen: uno, leah: cero
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Leah.
Fui abriendo mis ojos poco a poco, sintiendo un dolor punzante adueñarse de mi cabeza a la par que comenzaba a sentir mi cuerpo adolorido. Una vez abrí mis ojos por completo, me alarmé al no reconocer el lugar donde me hallaba.
Intenté levantarme, pero unos fuertes brazos que rodeaban mi cintura me lo impidieron, haciéndome caer nuevamente sobre el colchón en el intento. Fruncí el ceño ante esto, girándome lentamente para descubrir quién me agarraba con tanta fuerza.
Al caer en cuenta de su identidad, no pude evitar soltar un grito a la par que lo empujé con todas mis fuerzas para recuperar mi espacio personal. Realmente no creí que mi fuerza bastara para tirarlo de la cama.
Formé una mueca de dolor al escuchar el impacto de su cuerpo contra el piso. Al menos se lo merecía.
A los pocos segundos, pude verlo levantarse del piso mientras se apoyaba del colchón con el ceño arrugado, transmitiendo una mezcla de enojo con dolor y confusión. Cuando fijó su mirada en mí, pude notar claramente cómo su enojo se intensificaba.
Uno, dos, tres...
— ¡¿Qué demonios te ocurre, Leah?! —espetó hecho una furia, levantándose finalmente y quedando de pie a un lado de la cama— ¡¿Por qué me tiraste de esa forma?! ¡¿Acaso estás loca?!
— Primero que todo, a mí no me grites, Judy. —lo detuve con tranquilidad, esforzándome por no perder también los estribos.
Odiaba cuando la gente me gritaba, a no ser que fuera mi padre. Ahí solo me sentía avergonzada porque él nunca lo hacía, y si ese era el caso, era porque yo había hecho algo realmente malo.
— Y para tu información, —continué hablando— te empujé porque me estabas abrazando por la cintura. ¡Por la cintura! —recalqué como si de un crimen se tratara— En primer lugar, ¿qué hacías durmiendo conmigo en la misma cama? ¿Eh? ¿Acaso te aprovechaste de mí?
Lo vi formar una nueva de asco, lo que me hizo sentirme increíblemente ofendida, mas traté de ocultarlo. Él no debía saberlo.
— ¿Estás loca? —volvió a preguntar— No soy un depravado. Y ni aún teniendo tu consentimiento para hacer eso lo haría, para que sepas.
— De todos modos, es un privilegio que no te mereces. —opté por tomar la palabra, cruzándome de brazos. Él elevó ambas cejas, observándome con incredulidad.
