Comenten mucho porque hay dramita!! 😛 si no lo hacen, no más drama 😕
♡◞ chapter ten 𓂃 jealous, jealous, jealous 🎀🧸 operación: lograr que leah y jude confiesen lo que sienten
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Jude y Leah habían acordado pasar una tarde con sus amigos en la casa de Owen para desconectarse de todo y conseguir relajarse aunque fuera un poco, pero nada en su actitud indicaba que ellos quisieran estar allí. Ambos solo permanecían en silencio, sentados sobre el sofá uno al lado del otro e intercambiando miradas de reojo.
Los alemanes habían organizado aquel plan para conseguir que estos finalmente se dieran cuenta de sus sentimientos y hablaran de corazón a corazón, mas comenzaban a creer que aquello no daría frutos. El ambiente era tan incómodo que incluso estaban por arrepentirse de haber metido sus cucharadas en la sopa.
— ¿No quieren ir a la piscina ya? El clima está perfecto para nadar. —Owen optó por cortar el silencio tan tenso que se había instalado hacía segundos atrás— Los invité para que la pasáramos bien. Así que quiten esas caras, levanten sus tristes traseros y vayamos a la piscina un rato.
Los hermanos Kaiser no mostraron disgusto alguno, muy a diferencia del británico y la croata, quienes formaron una mueca como respuesta a esto.
Aún así, no se opusieron a las órdenes de su amigo. En parte porque no tenían nada mejor que hacer, y de todos modos sabían que él terminaría por arrastrarlos.
Durante el corto trayecto, Mikey y Toby decidieron que debían hacer algo. Por lo que tan pronto como arribaron a su destino, se acercaron a Owen para comentarle su brillante idea.
— Si esto sigue así, no funcionará. —comenzó el mayor de los hermanos— Así que debemos acelerar el proceso.
— Los escucho. —el contrario se cruzó de brazos, mirándolos de manera expectante.
— ¿Qué tal si llamamos a Fran? —prosiguió Toby— Evidentemente estará pegado a Leah como un chicle, lo que provocará que Jude se siente celoso y, ¡bam! Se terminan confesando lo que sienten. —finalizó con una sonrisa pícara, moviendo sus cejas de arriba a abajo.
Su amigo dio varios asentimientos de cabeza, llegando a la conclusión de que su idea era grandiosa. Demasiado como para venir de él.
A los pocos segundos volvieron con sus amigos y se dispusieron a actuar como si nada. ¿El problema? Ellos eran de todo, menos disimulados.
— ¿Están bien? —quiso saber la fémina, mirando de manera preocupada a los varones por las sonrisas que traían de oreja a oreja.
— De maravilla. —afirmó Owen— ¿Les molestaría ir por unas cervezas a la cocina?
