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— ¡Es tan linda! —exclamaba eufórica Ema, una de las hermanas menores de Leah, mientras acariciaba y jugaba con la pequeña Julee— ¿De dónde la sacaste, Lee? —quiso saber, mirándola con sus grandes ojos interrogantes.
— Seguro se la dio su novio. —Ivano se apresuró en contestar, esbozando una sonrisa de medio lado mientras miraba a su hermana con sorna.
Leah puso sus ojos en blanco y le dio un codazo en las costillas a modo de broma, provocando carcajadas en Ema y Sofia, mientras que Ivano la miraba haciéndose el ofendido.
— Me la dio Toby, para tu información.
— Ah, tu otro novio.
— ¡Tampoco! —exclamó ella, perdiendo la paciencia.
Mientras tanto, sus hermanas jugaban encantadas con la perrita, ignorando por completo la pelea que se había desatado entre Ivano y Leah.
— ¿Y de dónde la sacó Toby? —curioseó Sofia, ladeando su cabeza con visible intriga.
— Ah, me dijo que la encontró abandonada en una caja en la calle. Obviamente le molestó que alguien pudiera tener el corazón tan podrido como para hacer eso, e incluso me contó que aún tenía su collar en ese entonces, así que la acogió y ahora está conmigo. Aunque, bueno, en realidad fue un regalo para Jude y yo...
Ema y Sofia se emocionaron aún más al escuchar la historia y rodearon a Julee con cariño. Ivano, aunque intentaba disimular, no pudo evitar sentir un poco de afecto hacia la pequeña cachorra.
— Ojalá alguien me encontrara abandonado en la calle y decidiera cuidar de mí. —bromeó él, tratando de desviar la atención.
— Bueno, hermanito, te puedo buscar una caja y dejarte en la calle si quieres. —le dijo Leah con un guiño— Pero no creo que haya alguien que quiera cuidar de ti.
El contrario formó una mueca, cruzándose de brazos con ápice de ofensa.
— Pfff, ¿a quién le importa? Mamá y papá me quieren.
— Eso dices tú... —lo molestó su hermana— Pero, en secreto, te quieren regalar porque eres insoportable.
— Si yo soy insoportable y ellos me quieren regalar, no me quiero imaginar lo duro que debe ser para Jude lidiar contigo. —contraatacó él, sacándole la lengua de manera infantil— En serio, lo compadezco.
