Desde Siempre - Pablo Gavi

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Gavi
Estaba durmiendo cómodamente en la habitación de invitados cuando sentí que me sacudían de un lado a otro.

-Pablo- Escuché a Iri en un susurro- Abrí los ojos dale, no hay mucho tiempo.
-Que pesada- Bromeé, aunque en realidad no quería levantarme.
-Dale que se despiertan mis papás y me cagas el plan- Me pidió y yo la miré sonriente.
-Es el plan que yo creo que es?- Había pasado tiempo sin eso y no me parecía mal momento.
-Degenerado- Dijo mientras golpeaba mi hombro- No es eso. Es algo más lindo, alístate.

En mi celular marcaban las 4:02 AM, que estaba haciendo esta chica? Me cambié con rapidez y cuando volví a la habitación noté que mi maleta estaba lista.

-A dónde vamos Irina y porque me suena a que estamos en problemas?- Le pregunté a la pelinegra que bajaba cuidadosamente las escaleras. Yo en cambio llevaba nuestras dos maletas.
-Dejate sorprender, ahora dale las valijas al Uber y subite- Cerró la puerta suavemente y le puso llave.

Subió al coche y de ahí fue una incógnita muy grande, no sabía a dónde íbamos pero ella se veía feliz. Llegamos al aeropuerto y la miré molesto.
-No, no vamos a volver a Barcelona y menos sin que le digas a tus padres- Le dejé en claro y ella negó con la cabeza.
-No vamos a Barcelona, te lo hubiera dicho- Respondió tranquila- Grazie, buona giornata- Le dijo al taxista y nos bajamos luego de pagar.

Iri hizo el check-in y se sentó a mi lado con una sonrisa de oreja a oreja.
-Say hi to Rome- Me mostró los pasajes y en efecto, nos iríamos a Roma.
-Y con tus papás que?- Eso era lo que más me preocupaba, sus padres iban a odiarme.
-Deja de pensar en eso- Me regaló un pequeño beso que hizo que por un segundo los nervios desaparecieran.

Iri
Aterrizamos en Roma muy felices, sabía que mis papás no me dejarían por mi tobillo así que lo hice a escondidas. Ya que mi Gavito tenía unos días de descanso quería un lindo viaje con él y lo había conseguido.

La mañana estuvo tranquila hasta que mi mamá me reventó el celular con llamadas de todo tipo, le envié un mensaje avisándole que estábamos bien y luego ella siguió insistiendo pero no respondí. De todas formas si venía a buscarnos no nos encontraría, o eso creo.
Le enseñé a Pablo muchísimos lugares y el estaba enamorado de cada uno.

Estábamos los dos en el hotel, el sevillano salió de bañarse y me miró desde la puerta.
-Es la ciudad del amor, deberíamos coronar cómo se lo merece- Dijo y yo me reí de lo ocurrente que era.
-Esta no es la ciudad del amor, Pablo- Reí mientras dejaba el celular a un lado.
-Que importa, que piensas de mi idea?- Preguntó.
-Tengo el pie sensible, no me parece- Solté y vi su corazón romperse.
-Que borde- Bufó mientras caminaba hacia la cama.
-Te estás comportando muy feo con la chica que te trajo hasta Roma... Por cierto, no desarmes las cosas que mañana vamos a Venecia, no puede hundirse y que nosotros no hayamos ido- Pablo se lanzó hacía mí y comenzó a besar toda mi cara sin parar.
-Eres la mujer más hermosa del universo entero, Irina D'Angelo- Recalcó mientras corría algunos mechones de cabello de mi cara.
-Ya sé, ya sé- Admití sonriente y tomé su cara- A cenar, vamos que mañana a madrugar de nuevo.

Gavi no logró lo que quería así que se cambió con poca voluntad y luego fuimos a cenar. Un florista se acercó con mucha variedad y me miró.
-Un fiore ad un altro fiore- "Una flor para otra flor" que amable!- Cosa ne pensi?- "Que piensa?" Le preguntó a Pablo.

Mi maravillosa compañía me regaló una rosa roja preciosa y yo estaba completamente anonadada.

La cara de profunda concentración por parte del castaño cuando me tomaba fotos me hacía sonreír como tonta y me enamoraba cada vez más y más. No entendía como había pasado tanto tiempo negandolo.

*Flashback*
-Conoces Venecia?- Preguntó el pequeño Gavi de 11 años que estaba tirado en mi cama como normalmente lo hacía.
-Mhm- Asentí mientras trataba de trenzar su cabello corto.
-Es estupendo, no?- Se veía realmente intrigado.
-Cuando sea más grande te voy a llevar a que conozcas- Aseguré y él sonrió.
-Me lo prometes?
-Por el dedo chiquitito- Juré sin dudarlo y al instante la puerta se abrió con un brusco movimiento.
-Otra vez, Pablo Gavi?!- La Vici estaba del otro lado y estaba molesta de verdad.

Gavi se levantó... O hizo un intento, cuando las sábanas se engancharon en sus pies y un fuerte golpe se escuchó desde el suelo. Yo no pude aguantar la risa y el temor por la Supervisora desapareció. Los dos estábamos tentados mientras ella se tomaba la cabeza.

-Madre mía ¿Que haremos con ustedes?- La pregunta de todos los días.

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Holuuuuu, espero les guste el capiii tanto como a mí.
Leo sus comentarios, besitoooos💋

by: Vene💘