Slow Burn y algo más...
Una voleybolista y un futbolista conocidos en La Masía, mejores amigos desde pequeños, se aman desde siempre pero por miedo a arruinar su amistad trataron de frenar sus sentimientos ¿Tomarán coraje o serán reprimidos por siem...
Iri Llegó el día que no quería ni que se asomara por la esquina, pero ahí estaba. En minutos salía el avión de Pablo directo a Londres, estaba con su familia despidiendolo y noté al instante que no se quería ir, abrazaba a su madre y no podía soltarla, todos sabíamos que iba a extrañarla mucho.
Dato que preferiría omitir: Sarah estaba ahí, nadie la había invitado pero siempre se tenía que meter en dónde no la llamaban.
Luego de abrazar a su hermana, llegó mi turno. Honestamente no quería despedirme, volvía para irse luego y sabía que aunque regresara nunca se quedaría conmigo.
Me abrazó fuerte y no dijo nada, ni una sola palabra, escondió su cara en mi cuello y ahí se quedó todo el tiempo que le quedaba.
-Te quiero Gavito- Le dije mientras acariciaba su cabello por última vez hasta quién sabía cuándo. -Yo te quiero más- Su voz estaba calmada como casi nunca y cuando me miró pude verlo sonreír.
Nos abrazamos por otro largo rato y cuando tuvo que irse nos dijo que volvería pronto. Se dió la vuelta y automáticamente Sarah hizo lo mismo para luego tomarlo del brazo. Con que en esas estamos...
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Pasó una semana desde el día que Pablo se fue de la mano de esa chica, se realizó un festejo en La Masía y fui invitada por la directora cosa que me sorprendió pero acepté porque Guada y mis amigas que también vivieron en la residencia irían.
Se le había encontrado un gustito a hacer las fiestas con temáticas y el infaltable antifaz. Al llegar nos permitieron ir a la sección de habitaciones donde antes vivíamos, me sorprendió escuchar que mi habitación estaba desocupada así que cuando las demás fueron a ver sus propios cuartos yo entré al que por muchos años había sido mío.
Revisé el lugar parte por parte, todo seguía como lo había dejado, pero lo que más me interesaba era lo que había dentro del closet. Lo inspeccione un poco y efectivamente, ahí estaba.
Flashback -Pablo salí de ahí, hacé desastre en tu habitación- Le ordené al sevillano que estaba muy tranquilo adentro de mi armario. -Entra Iri, vamos- Dijo mientras estiraba su mano hacia mí. -Hagas el lío que hagas, si se dan cuenta te mando al frente- Tomé su mano y como si no le costara nada me levantó de la cama de un tirón.
Pablo cerró la puerta luego de encender la pequeña lucesita que había dentro del mueble, sabía que cuando los directivos no lo encuentraran por ningún lado vendrían a buscarlo a mi habitación.
Buscamos un lugar que estuviera escondido dentro de todo y optamos por una esquina que estaba cerca del interruptor. El sevillano tomó mi mano y me dió una tijera mientras esperaba que hiciera algo.
-Hacelo vos- Quise entregarle el instrumento pero se alejó con las manos tras su espalda. -Yo te dicto y tú escribes, no tengo buena letra. -Claro así cualquiera- Vivía quejándome y él ya estaba acostumbrado así que me dí vuelta y esperé que me dijera que escribir.
"Para siempre. Iri B y Pablo G".
Terminé de tallar la madera y mi mejor amigo sonrió mientras me abrazaba, "Somos un gran equipo".
Antes de responderle la puerta sonó de forma desesperada. -Irina, estás ahí? Por favor abra la puerta- Genial, nos descubrieron.
Salí a los tropezones del closet y cerré la puerta mientras Pablo se escondía entre la ropa.
-Buenas noches- Saludé con calma a la supervisora cuando abrí la puerta. -Hola Iri, espero esté todo bien por aquí- Se hizo la buena pero yo sabía que no le importaba- Una pregunta corazón, has visto a Gavi? -Mmm lo ví a la tarde pero ahora mismo tiene que estar en su pieza- Mentí sin un poco de piedad.
La mujer se asomó por mi puerta e inspeccionó con la mirada toda la habitación, luego se disculpó por molestar y se fué. Tenía un don y era que todo el mundo me creía todo.
Pablo salió mientras se reía, no tenía dimensión del peligro. Fin del flashback
Ahí estaba, aún se notaban muchísimo cada una de las letras. Tomé mi celular y le saqué una foto que al instante le envié al sevillano.
Alguien tocó la puerta con suavidad y yo me apuré a abrir, tenían que ser mis amigas, ya era la hora de la fiesta.
-¿La acompaño señorita?- Parado frente la puerta estaba un chico al que podría reconocer de cualquier forma.
----------- Buenassss, les dejo este cap, gracias por esperar tanto!💗
