20. ¿Bromas o verdades?.

6.8K 437 209
                                    

La castaña tenía muchos sentimientos encontrados

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La castaña tenía muchos sentimientos encontrados. Por un lado estaba su hermano, y por el otro su ex novio, el cuál era el último que quería ver.

Pero la preocupación por Dylan siempre sería más fuerte. Así que supo de inmediato que no era el momento para meter sus problemas personales con Marcus.

–¿En donde estabas, Dylan?–Corrío hacía los masculinos, notando los ojos rojos del pelinegro.

–Lo encontré metiéndose droga a las afueras de un club.–El ojiazul fue el único en responder.

–Ayúdame a recostarlo–Ambos tomarón al mayor por los hombros, y lo colocarón en el sillón de la sala.–Dylan...–La chica trató de ocultar el temblor de su voz al ver el estado en el que se encontraba su hermano.

–Amelie... ¿Te he dicho alguna vez que te pareces a mamá?–Entrecerro los ojos, con cansancio.

–Me lo has dicho demasiadas veces, tonto–Acarició su rostro, delicadamente.–Marcus, ¿puedes ayudarme a subirlo a su habitación?.

–Sabes que si–El beisbolista le regalo una pequeña sonrisa amable.

La pareja terminó bañada en sudor después de dejar a Dylan en el colchón. Subirlo por las escaleras habia sido una verdadera lucha para ambos.

Amelie tomó aire antes de bajar, sabía que las cosas con su ex novio se pondrían tensan.

–Debería de agradecerte por traer a mi hermano hasta acá...–Se cruzó de brazos, sin dejar de posar una mirada preocupada.

–Esta bien, tu hermano me cae bastante bien. Me ayudo mucho en el pasado. Es lo mínimo que podía hacer por él–Curvó ligeramente sus labios.

–Bueno... no creo que tengas nada más que hacer aquí, deberías de irte–Se dispuso a subir las escaleras, quería dormir con su hermano.

–Amelie, necesito hablar contigo–Trató de detener su pasó.–Por favor...

–No tenemos nada de que hablar–Giró su cabeza, observando las manos nerviosas del chico.

–Actúe de manera incorrecta en el club, no debí de obligarte a ir conmigo. Estaba muy ebrio para ese punto, y te pido una disculpa.

–¿Algo más que quieras decir?–Rodó los ojos, sin creer ningúna de sus palabras.

–Amelie...

–Deja de insistir, Marcus. Las cosas entre nosotros no van a cambiar–El ojiazul suspiró pesadamente al ver la actitud de ella.

–¿Te gusta ese alemán?–Su voz reflejaba molestia e irritación. No le agradaba para nada que hubiera un "tercero" entre ellos.

–No es de tu incumbencia.

–Claro que si, terminamos hace menos de un mes, y ya hay otra persona que te calienta las cobijas–Frunció el ceño, sintiendo una colera creciente en cada parte de su cuerpo.

𝐔𝐧𝐚 𝐬𝐨𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐬𝐢ó𝐧; 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳 (EDITING)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora