02. Reencuentros inesperados

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Luego de su inesperado encuentro con el guitarrista, Amelie regreso a la tienda de donde huyo minutos atrás, y se marchó a su casa para arreglarse

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Luego de su inesperado encuentro con el guitarrista, Amelie regreso a la tienda de donde huyo minutos atrás, y se marchó a su casa para arreglarse. No podía dejar de pensar en aquel beso, y la manera en la que ambos coincidieron al ser unos simples extraños.

El padre de la chica pasaría de su trabajo a su casa para recoger a sus hijos. Al ser sábado, saldría más temprano y podría llevar al mayor a cenar para celebrar su cumpleaños.

"Si que parezco un pingüino..."

La castaña tenía su cabello atado a una coleta, varios mechones del mismo estaban sueltos, ya que su melena era corta. Llevaba solo rimel y un poco de gloss, sin mencionar que su piel brillaba por el sudor después correr.

Amelie se arrepintió rotundamente de haber tomado la decisión de salir sin arreglarse "adecuadamente". Tom la había visto con sus peores prendas y cara, cosa que para ella era una completa humillación.

Finalmente, se baño y se arregló para la cena sin querer torturarse más. Optó por usar una falda morada poco arriba de las rodillas, una camisa sin manga blanca y tenis blancos para así estar cómoda, los tacones no eran lo suyo.

–Creo que la cumpleañera el día de hoy es otra.–Un chico alto, de cabello negro la miro desde las escaleras al momento de cruzar la puerta de su habitación.

–Que presentable te vez, hermanito–La chica sonrió con burla.–Creí que te llevarias una de tus camisas punketas a la cena.

–Graciosa, papá me amenazó de muerte si no llevaba traje–Bajo los escalones con molestia.

Amelie no pudo evitar carcajearse ante aquella respuesta. Le causaba diversión ver molesto a su hermano.

–Por cierto, escuche algo interesante en la radio hace un rato–El masculino tomó asiento en el sillon mientras esperaban al progenitor. No era extraño que llegará tarde, ya que era una costumbre.

–¿Qué cosa?....

–Tom Kaulitz fue visto con una chica esta tarde, ¿que sorpresa, no?–Habló sin rodeos. No era nada nuevo que el alemán estuviera metido en esa clase de rumores.

–¿Dijeron algo sobre la chica?–Ella aclaró su garganta, recordando lo sucedido horas atrás.

–No saben nada sobre ella. Por lo visto, logró encubrir su identidad... no me sorprende que lo encontrarán con otra, ambos sabemos que Tom tiene fama de mujeriego desde que la banda se volvió famosa.

La palabra mujeriego rondo en la cabeza de la castaña. Odiaba los rumores que circulaban sobre el mayor, ya que los ocasionantes de estos no conocían ni la mitad de su vida.

Durante la cena el único pensamiento de Amelie fue un alemán de característica sonrisa, misma que atrajo esos nuevos sentimientos que, por primera, estaba experimentado.

𝐔𝐧𝐚 𝐬𝐨𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐬𝐢ó𝐧; 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳 (EDITING)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora