Amelie salió de su casa con las maletas en mano y se detuvo por un momento para echar un último vistazo a su hogar. Dejaría atrás recuerdos y personas en Berlín, pero su corazón sabía que era lo correcto.
Quería escapar del ambiente tóxico y las críticas para empezar de nuevo, aunque no se sentía segura de tener la madurez suficiente que necesitaba... o eso creía.
Su hermano tomó su mano durante todo el camino. La tristeza era evidente, Amelie era su única compañía y apoyo emocional. Se resistía a aceptar que poco a poco estaba convirtiéndose en una adulta, al igual que él.
La banda la esperaba en el aeropuerto, y Bill fue el primero en abrazarla, sin poder contener las lágrimas. Sabía que pasarían meses antes de volver a verla.
Despedirse de sus mejores amigas fue una de las partes más difíciles. Solían pasar la mayor parte de sus días juntas, y ahora tendría que acostumbrarse a una rutina sin salidas improvisadas ni noches de pijamada.
–Es hora de irnos.–Ezequiel se acercó al grupo de amigos mientras observaba a la castaña.
Amelie cruzo miradas con su hermano, el cual luchaba contras las lagrimas. Sin decir una sola palabra, lo abrazo con fuerza y se aferró a su pecho. Dylan no tardo en romperse delante de ella.
–Sabes que te amo con cada parte de mi corazón...–Besó el inicio de su cabello, utilizando un tono dulce.–Cuídate, por favor...
–Te amo más, hermanito...–Depósito un beso casto en su mejilla, percibiendo su familiar loción masculina.–Prometo marcarte cada noches.
El manager la guió hacia las escaleras, cada paso marcaba el comienzo de una nueva etapa.
La castaña observo una última vez a ese par de chicos que tanto apreciaba,imagino a un guitarrista sonriendo mientras se despedía de ella.
"Es lo mejor Tom".-Penso en sus adentros con el dolor en su pecho.
Sus pensamientos se dispersaron con la brisa fresca al subir al avión. Temía adentrarse en la independencia a una edad tan temprana. No podía imaginar las experiencias que le esperaban a sus diecisiete años.
Miró por la ventana antes de ponerse los auriculares, dejando atrás los ruidos del entorno. Había tomado la decisión correcta.
Internamente se alejó de los rumores y críticas para concentrarse en su carrera, deseando dejar atrás el infierno de su relación y el acoso de los fanáticos y medios.
El guitarrista no tenía la más mínima idea de su decisión, la banda había cumplido su promesa y todos se encargaron de guardar el secreto. Mala idea.
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𝐔𝐧𝐚 𝐬𝐨𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐬𝐢ó𝐧; 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳 (EDITING)
Romance𝐀𝐦𝐞𝐥𝐢𝐞 𝐃𝐚𝐞𝐧𝐳𝐞𝐫, una joven que vive en Berlín desde sus 9 años encuentra la oportunidad ideal para trabajar con una de las marcas más importantes del momento, sin imaginar que se cruzara con un amor del pasado. 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳, dec...