45. Deseos insostenibles

4.4K 331 117
                                    

Contenido +18🥸

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Contenido +18🥸



En ese pasillo, en ese instante eran solo ellos dos, la música y los ruidos de la gente desaparecieron. Amelie sabía que Tom probablemente no recordaría nada al día siguiente, pero no quería separarse de él; sentir sus labios de nuevo era como una adicción para ella, algo que necesitaba.

–Quiero verte desnuda otra vez–Susurró en su oído mientras deslizaba su mano hacia su entrepierna.

Sin esperar respuesta, el guitarrista tomó su cintura y juntos reanudaron el paso. Tom, impaciente, buscaba una habitación. Al hallar un lugar al fondo, permitió que ella pasara primero y luego cerró la puerta con seguro, sin desear interrupciones.

La castaña tenía que esconder la grabadora o sino levantaría sospechas de parte de él. Así que en el momento que le dio la espalda un segundo mientras cerraba la puerta sacó el objeto de su sostén y en un rápido movimiento lo lanzó bajo la cama.

Sintió cómo el chico tomaba sus caderas por detrás, logrando que la menor sintiera su miembro por encima de la ropa. Tom comenzó a besar su cuello con prisa, provocando un cosquilleo en su abdomen bajo. Amelie se dio la vuelta y se cruzó con los ojos oscuros de él. Decidida a excitarlo, metió las manos por debajo de su camisa y las deslizó por su abdomen.

-¿Te gusta lo que que tocas?.-Sonrió de lado volviendo a besar sus labios.

El mayor no tardo en tomar el control sobre ella. Mordió sus labios sin ningún cuidado y la acercó a la cama. Luego, se colocó encima de Amelie. Aún con sus bocas unidas, introdujo la lengua dentro de su boca, la cuál le supo a gloria apenas saboreó su interior.

Un jadeo inconsciente salió de la boca de la castaña al sentir esas manos masculinas tocando sus muslos. Tom retiro su corset sin ningún cuidado, dejando su sostén al descubierto. Con sus ojos puestos sobre ella, tocó sus pechos por encima de la prenda, provocando que más jadeos involuntarios llenarán la habitación. Las manos del guitarrista bajaron lentamente hasta llegar a la falda de Amelie, esa que retiro con más cuidado que antes.

La chica se sentó sobre la cama para quitarle la camisa. Por un momento, se detuvo a observar los brazos trabajados de Tom y su abdomen marcado, lo que terminó de llenar su cuerpo de deseó.

El de trenzas desabrocho el sostén de ella dejando sus pechos al descubierto,masajeo uno de ellos volviendo a colocarla en las sabanas. Se separo un momento para sacar un condon de su pantalón y desabrocharse este.

El alemán se bajó su bóxer mientras acomodaba con rapidez el protector en su pene. Amelie lo espero con impaciencia mientras lo veía detalladamente. Tom volvió a acercarse y tomó el cuerpo de la chica con la intención de girarla. Una vez que lo hizo, depositó varios besos en su cadera. Amelie había terminado en cuatro.

Sin cuidado, introdujo su miembro en la intimidad de la menor, quién gritó con fuerza mientras apretaba las sabanas. Sus ojos se llenaron de lágrimas al sentir las embestidas. Una, dos, tres. El guitarrista no se detuvo.

𝐔𝐧𝐚 𝐬𝐨𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐬𝐢ó𝐧; 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳 (EDITING)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora