Amelie resultó tener solo una pequeña abertura en la cabeza que requirió de 3 puntadas, sin presentar ninguna lesión interna, lo cual fue un alivio. Después de recibir los resultados de las radiografías, todos estaban listos para irse. Al salir de la habitación, la castaña notó a su amiga esperando: Giselle.
Bill jaló a Tom de un brazo y Elizabeth caminó detrás de ellos, conscientes de que necesitaban estar a solas.
–¿Qué haces aquí?... creí que estabas molesta.–Amelie se acercó lentamente a la pelinegra.
–Lo estoy, pero todavía me importas–Suspiró, mostrando una expresión llena de arrepentimiento.–Pensé en lo que me dijiste y es verdad, no puedo enojarme contigo, Amelie... estuviste ahí cuando te necesité e hiciste lo imposible para que metieran a Ben a la cárcel.
–Tuve culpa al dejarte sola con él esa noche–Desvió la mirada, recordando las palabras de Mila.
–Claro que no, te lo dije demasiadas veces–Tomó sus hombros con una mirada triste.
La castaña la abrazó con fuerza, procurando que su amiga no se sintiera peor al saber que Marcus tenía demasiado que ver en el asunto. Amelie decidió que le diría toda la verdad en el momento adecuado, posiblemente cuando se revelara la verdad sobre Ben.
–Perdóname por esas cosas que te dije el otro día en la casa de los chicos, no has cambiado... y Samantha no me cae mal, es solo que siento que has pasado más tiempo con ella.
–Nadie ocupará tu lugar, Gris, lo sabes... también te pido perdón por gritarte ese día
Asintieron más tranquilas, con una sonrisa apacible en sus rostros.
–Ann, ¿puedes venir un momento?–Samantha se acercó junto a Ryan, ambos se encontraban al final del pasillo.
Gisselle le dio un apretón a su hombro antes de salir del lugar. La tensión entre ella y Samantha seguía de la misma manera, solo que ahora no parecían buscar pelea.
–Bien, ¿qué sucede?.–La castaña habló con impaciencia, cruzándose de brazos. Ryan suspiró antes de hablar.
-Sam ya me conto todo lo que paso. Tengo algunos contactos en el hospital donde esta Mila-se quedo callado unos segundos.-Esta en cuidados intensivos y lo más probable es que no pueda caminar de nuevo.
–¿Cómo pueden llegar a esa conclusión tan rápido?–Cuestionó Amelie.
–Su columna recibió todo el daño en el momento del impacto–la cobriza contestó.–Por fin recibió lo que merece.–Su mirada destilaba odio.
–Entiendo tu enojo, Samantha, pero creo que debemos pensar en sus malditos amigos también, nos culparán por lo que le pasó–Amelie frotó su frente.
–Solo tenemos que esperar cinco días más, no creo que hagan mucho en ese lapso. Si quiere actuar de alguna forma, lo deben planear bien.–El ojimiel miró a ambas chicas.
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𝐔𝐧𝐚 𝐬𝐨𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐬𝐢ó𝐧; 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳 (EDITING)
Lãng mạn𝐀𝐦𝐞𝐥𝐢𝐞 𝐃𝐚𝐞𝐧𝐳𝐞𝐫, una joven que vive en Berlín desde sus 9 años encuentra la oportunidad ideal para trabajar con una de las marcas más importantes del momento, sin imaginar que se cruzara con un amor del pasado. 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳, dec...