-¿¡Sabes lo que esto significa!?
Dylan abrazo a su hermana con fuerza después de escuchar la noticia que tanto anhelaban los dos. El mayor siempre confío en Amelie, incluso cuando ella no tenía esperanzas en sí misma.
-¡¡Noche de fiesta y sexo!!-Gritó con descaro sin soltar a la castaña.-En dos días es tu cumpleaños, así que no acepto un no como respuesta.
-Tú y tus excusas para tomar hasta vomitar-Rodó los ojos con la comisura de sus labios levantada.-Aunque también lo necesito... escuché que abrieron una nueva discoteca en la ciudad.
-Entonces es un hecho, pequeña alcohólica. En dos días nos vamos de fiesta.
El tono de llamada interrumpio la pequeña charla, Amelie intercambio miradas con su hermano al ver el número desconocido.
-Hola... ¿con quién hablo?.
-En 20 minutos paso por tí, por cierto... Soy Bill.
-Disculpa, ¿qué interes tienes hacía mi hermana?.-El pelinegro jalo el teléfono sin prestarle atención a los reclamos de la menor.-¿Cuál es tu nombre cara de nalga?.
Amelie no había tenido la oportunidad de comentarle a Dylan sobre su encuentro inesperado con el cantante de su banda favorita. Y no sólo eso, porque ahora lo estaría frecuentando más seguido. Todo gracias a Vogue.
Los ojos de Dylan se abrieron de par en par, mostrando una expresión de asombro. Parecía que no podía creer con quien hablaba. Finalmente, su mandíbula se aflojo ligeramente y sus labios formaron una pequeña sonrisa incrédula antes de colgar.
-Amelie Daenzer, dime que es una maldita broma lo que acabo de escuchar.-La menciona se quedó callada. Algo suficiente para que él entendiera que no había alguna broma de por medio.-¡¡Trabajará con Bill Kaulitz!! ¡¡BILL KAULITZ!!.
-Crei que ya habías superado esa etapa...-La chica rió con nerviosismo y diversión al ver la imperactividad de su hermano, quien brincaba en la cama y contenía sus gritos de emoción.
-¿Es qué acaso no te das cuenta?, ¡¡hablamos del cantante de Tokio Hotel!!.-Jalo sus hombros, provocando las carcajadas de la castaña. Dylan jamás había tenido la oportunidad para conocer al pelinegro y claramente, ese era el momento perfecto.-¡¡Llévame contigo, prometo que te compraré la ropa que quieras los próximos dos meses!!.
El masculino no podría asistir a la comida por más que lo quisiera, ya que tendría una junta importante. Sus obligaciones estaban por encima de sus deseos porque después de todo, ya no era aquel adolescente irresponsable.
Amelie logró convencer a su hermano con la excusa perfecta después de muchas súplicas y berrinches por parte de él. Ambos sabían que el contrato con Vogue duraría dos semanas, así que el adulto tendría otra oportunidad para conocerlo.
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𝐔𝐧𝐚 𝐬𝐨𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐬𝐢ó𝐧; 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳 (EDITING)
Romansa𝐀𝐦𝐞𝐥𝐢𝐞 𝐃𝐚𝐞𝐧𝐳𝐞𝐫, una joven que vive en Berlín desde sus 9 años encuentra la oportunidad ideal para trabajar con una de las marcas más importantes del momento, sin imaginar que se cruzara con un amor del pasado. 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳, dec...