–¿Cuánto tiempo crees que pase antes de que lo vuelvas a ver?.
Suspire mientras caminaba por la acera, estaba a punto de llegar a mi casa. Después de un largo día de trabajo lo único que deseaba era tumbarme en la cama y dormir.
–No tengo ni idea, sabes que mi padre me invita a cenar a sus estúpidas cenas siempre que tiene nuevas propuestas de trabajo, y lo más seguro es que Marcus asista...
–Deberías de negarte a ir si eso llega a suceder, ya sabes...
–Lo nuestro ya quedo atrás, Gisselle. No quiero que mi ex novio arruine nuestros planes. Mañana celebraremos en grande y eso no lo cambiará nadie.–Sonreí con entusiasmo. La idea aún me tenía con los mejores ánimos.
–¡¡Esa es la actitud!!–Sus gritos reflejaban la misma emoción que la mía.–¿Quién quiere regresar con su ex novio cuando tiene al mismísimo Tom Kaulitz?. Mañana es tu momento para hablarle, te mataré si te atreves a desaprovechar la oportunidad.
Me detuve en seco al ver el Lamborguini estacionado frente a mí casa. Conocía perfectamente ese vehículo. Mi padre había llegado antes del trabajo.
–Tengo que dejarte... te marco por la mañana.
Metí el teléfono a mi bolso y disminuí el paso, las luces de la sala se encontraban prendidas. No me gustaba iniciar una conversación con él porque siempre terminaba hablando sobre trabajo y su propia vida, dejando de lado la mía.
Puse mis ojos entre la abertura de la puerta, observando inmediatamente a mi padre sentado en el sofá del centro. Su traje planchado junto a la joyería lujosa le brindaban una apariencia de hombre de negocio, claramente lo que era.
–Que bueno que llegas, hija. Tengo que darte una buena noticia–Se acercó con rapidez para abrazarme, mala señal.
–¿Sobre quién?...–Cerré la puerta detrás de mis espaldas. Una pequeña parte de mi esperaba que se relacionará con mi cumpleaños.
–Marcus y su padre se encuentran en la ciudad, ¿increible, no lo crees?–Mi sonrisa se desvaneció, no esperaba que los planes con esa gente sucedieran tan pronto.–Reservaron un hermoso restaurante, exclusivamente para celebrar tu cumpleaños. Tu hermano ya está enterado, así que te quiero puntual mañana por la noche.
–Lo siento, papá... pero ya tengo planes con mis amigos mañana.–No pensaba quedarme callada.
–En ese caso, tendrás que cancelarlos. Asistir a la cena es mucho más importante que ir a esa clase de lugares en donde se reúnen alcohólicos sin futuro–Aclaró su garganta mientras tomaba distancia, no sé notaba contento.
El trabajo era lo único que rondaba en su cerrada cabeza desde la muerte de mi madre, y ese era el principal motivo por el que Dylan desarrollo una fuerte depresión años atrás. Me dolia recordar que ya no quedaba rastro de lo que alguna vez fue mi padre.
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𝐔𝐧𝐚 𝐬𝐨𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐬𝐢ó𝐧; 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳 (EDITING)
Romance𝐀𝐦𝐞𝐥𝐢𝐞 𝐃𝐚𝐞𝐧𝐳𝐞𝐫, una joven que vive en Berlín desde sus 9 años encuentra la oportunidad ideal para trabajar con una de las marcas más importantes del momento, sin imaginar que se cruzara con un amor del pasado. 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳, dec...