Ethan [Psycho #1] [EN EDICIÓN]

+Prólogo+

—¡No! ¡Ya basta! ¡Detente!

Su voz se escuchaba lejana, a pesar de estar tan cerca.

¿Dónde estoy?

Según yo, estaba jugando tranquilo con los juguetes a mi alrededor, pero ¿entonces de dónde venían esos gritos? No lograba entenderlo, mas no me importaba.

—¡Suéltalo!—gritó nuevamente la mujer, pero no había ninguna mujer cerca.

¿Acaso era un fantasma?

De un momento a otro, me percaté de que ya no estaba jugando con los juguetes en el suelo; en su lugar, había un niño frente a mí, arrodillado sobre el suelo, una mujer detrás de él masajeando su espalda, intentando consolarlo, el niño lloraba y escupía sangre cada vez que tosía. La mujer me dio una mirada de desprecio y odio.

—¿Qué demonios te sucede? ¿Ves lo que has hecho?—reclamó.

Me sentía confundido, no recordaba haber atacado a ese niño, pero ¿entonces qué fue lo que sucedió?

Comencé a retroceder, pronto me percaté de todas las miradas sobre mí, las cuidadoras, los demás niños, incluso la directora del orfanato. Todos me miraban aterrados y yo seguía sin entender el porqué.

—Ya hemos tenido suficiente de ti, niñito. No puedes quedarte más en este lugar.—dijo la directora, acercándose a mí a zancadas largas y aceleradas, la molestia clara en su mirada.

—No, por favor, Señora. Yo no hice nada.—aseguré temeroso, mas ella no cedió.

Sólo tenía siete años y a ninguno de ellos pareció interesarle.

La mujer me tomó de la muñeca con fuerza, haciéndome estremecer del dolor y me arrastró consigo hasta su oficina. Yo me retorcía en el suelo, intentando soltarme, mas no sirvió de nada y sin más, comencé a llorar.

—¡No! ¡No me lastimen! ¡Yo no hice nada! ¡No!—balbuceé en un escandaloso llanto.

...

Abro mis ojos, estoy sudando, mi respiración está agitada y mi corazón retumba en mi pecho con intensidad. Me percato de que estoy en mi habitación, acostado en mi cama, envuelto por las blancas cobijas que adornan mi colchón. Dejo salir un largo suspiro.

Sólo fue una pesadilla...

Pienso, frotando mis manos contra mi rostro, intentando despabilarme. Miro la hora en el reloj: 6:00 am, momento de levantarme, las clases comienzan en dos horas.